La cifra final de muertos por el huracán Dorian en las Bahamas podría ser “impactante”, advirtieron sus autoridades, mientras la tormenta azota este viernes Carolina del Norte, en la costa este de Estados Unidos, con lluvias torrenciales y vientos feroces.

El primer ministro bahameño, Hubert Minnis, dijo el jueves a CNN que al menos 30 personas murieron por el huracán, que causó una “devastación generacional”.

Personal para labores funerarias y refrigeradores para almacenar cuerpos fueron enviados a la región para ayudar a las autoridades, informó el ministro de Salud, Duane Sands, a medios locales.

Sobre la cantidad de víctimas mortales, declaró: “Permítanme decir que creo que el número será impactante”.

Un equipo de la AFP que el jueves sobrevoló el pueblo de Marsh Harbour, en la isla Gran Ábaco, vio escenas de daños catastróficos, cientos de casas destruidas hasta los cimientos, coches volcados, campos enteros de escombros e inundaciones generalizadas.

Dorian era un huracán de categoría 5, la máxima posible en la escala que mide la velocidad del viento, cuando tocó tierra en Bahamas el domingo,
dejando un rastro de inmensa destrucción.

Miles han quedado sin hogar y Naciones Unidas dijo que 70.000 necesitan ayuda inmediata.

El Centro Nacional de Huracanes (NHC), con sede en Miami, degradó este viernes a Dorian a categoría 1 cuando llegó a Outer Banks, una cadena de islas en la costa de Carolina del Norte. Advirtió sobre olas potencialmente mortales y vientos peligrosos, y dijo que algunas áreas han sufrido inundaciones repentinas.

También aclaró que, aunque se debilitaba, Dorian aún avanzaba con vientos de 150 km/h, y se pronostica que algunas áreas de la costa de Carolina del Norte recibirán entre 15 y 30 centímetros de lluvia.

Las autoridades de Florida, que se salvó en gran medida de la tormenta, atribuyeron seis muertes más al huracán, informaron medios estadounidenses. Estas ocurrieron mientras las víctimas se preparaban para la llegada de Dorian o estuvieron relacionadas con la evacuación.