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Elle Fanning y Nicholas Hoult vuelven en esta temporada con el mismo humor negro de la season 1, recordándonos que un buen guion es esencial para dar forma a una historia que muchas veces puede ser incomoda, pero encanta con el buen desempeño en las actuaciones.

Si algo sabemos del trabajo de Tony McNamara después del éxito que fue The Favourite, es que gracias a un gran guion, cualquier historia puede ser digna de ser contada. Incluso la de Catalina La Grande de Rusia.

Sobre todo la de Catalina La Grande.

La temporada 2

Tras una muy bien recibida primera temporada The Great volvió a Chile con nuevos episodios este domingo 19, los que ya están disponibles en StarzPlay. Aquí, la emperatriz de Rusia está lejos de ser esa muchacha ingenua y romántica que vimos en el primer capitulo de la temporada 1 y Elle Fanning nos recuerda nuevamente por qué ella fue la elegida para llevar el protagónico.

Bueno, el elenco completo se luce gracias a un guion que les ayuda a destacar todo el potencial que tienen. No es sólo la fotografía ni la dirección. Cada detalle de la temporada, al igual que en la anterior, tuvo un cuidado ejemplar para no caer en la desgracia como muchas otras series (te estoy viendo, Jessica Jones).

Y era muy fácil caer en una sátira que no haría reír a nadie.

The Great es un espectáculo que camina constantemente en el borde de un precipicio, a veces, el humor sigue siendo un poco incómodo y muy probablemente no será del gusto de todos y no puedo culparlos. Es un gusto adquirido que cuando le das la oportunidad, ya no hay vuelta atrás.

Incluso más que en la primera temporada, el drama “ocasionalmente verdadero” como dice en su título sobre la monarca “rusa” está contenido en un mundo bastante pequeño, y casi toda su acción ocurre dentro del palacio donde Catherine ya tomó el poder de su esposo Peter (Nicholas Hoult).

Oh, Nicholas Hoult, cómo no hablar de Nicholas Hoult. El joven que conocimos el 2000 como el narcisista Tony Stonem en Skins, ahora nos da una clase magistral de actuación de comedia.

En los últimos años los vimos en ciertas películas de drama, también fue un zombie enamorado con Teresa Palmer en la olvidable Warm Bodies, y en todos sus trabajos demostró que podía ser más, que podía dar más y fue en The Favourite dónde sembró la semilla que ahora floreció en The Great.

Verlo en cada escena con Fanning es un gran deleite. La química entre los dos actores no defrauda y además, ambos tienen que compartir escenas con otra grande de la pantalla, Gillian Anderson (Sex Education, The Crown) quien se robó cada capítulo en la que apareció como la madre de Catherine.

The Great

The Great puede ser irritante, conmovedora, divertida y deprimente. Es una serie que se toma -demasiadas- libertades con la historia de Rusia de manera alegre y obscena. Si se hubiera emitido por televisión, probablemente la recepción no sería la misma y más de una persona habría presentado abiertamente sus quejas por contenido no apropiado, porque repito, el guion que McNamara nos regala es sumamente incómodo y puede que en más de una oportunidad estés tentado en salir del streaming.

Es que en esta temporada empujaron un poco más allá la barrera de lo desagradable. Vemos a Fanning muy embarazada bebiendo vodka, comiendo tierra, inhalando pólvora. La serie se esfuerza en que no te tomes lo que está pasando en serio. Peter también funciona como un ejemplo de esto, con líneas que uno llega a preguntarse si realmente son necesarias para caricaturizar al emperador.

En esta temporada de 10 capítulos continúa con el golpe de Catherine y su intento de gobernar Rusia y cambiar un país profundamente orgulloso de lo que son y sus tradiciones. Por supuesto, nada es tan sencillo pero el show mantiene a Catherine como un personaje maravillosamente complejo que es capaz tanto de la victoria como de la derrota y a la que aún le queda un poco del optimismo romántico del primer capitulo de la temporada 1. The Great nunca deja de proporcionar personajes que odias y admiras y que, incluso en sus peores momentos, son comprensibles.

En The Great, McNamara y los demás guionistas despreocupados de los anacronismos y la fidelidad a los acontecimientos históricos reales (algo que dejan claro desde la temporada 1), juegan con los personajes que realmente existieron y con los libros de historia para que cumplan el propósito que ellos quieren en un escenario sumamente acotado pero que da espacio a miles de historias.

En resumen, la serie vuelve con sus excentricidades y humor oscuro que nos presentaron en la primera temporada, alejándose poco a poco de los registros históricos, pero devolviendo con creces una actuación de calidad que hará imposible que olvides pronto a los personajes, y sólo por eso se merecen un gran ¡Huzzah!

The Great