Probablemente la industria del Hollywood es muy parecida a la política en ciertos aspectos, sus miembros suelen ostentar egos que chocan con los de sus compañeros o tienen duras peleas, que no suelen resolverse, en muchos años.

Y si hablamos de enemistades en la meca del cine, la lista es conocida y los protagonistas no dudan en dar a conocer su descontento con quien fue su amigo, colega o la co-protagonista de tu marido.

Un ejemplo que se recuerda constantemente es la rivalidad entre dos de las actrices más populares de la industria, Jennifer Aniston y Angelina Jolie, quienes se enemistaron luego de que Brad Pitt engañara a la protagonista de Friends con la actriz de Maléfica mientras rodaban “Sr. y Sra Smith”.

La mala relación de ambas se ha manifestado en públicos desaires, como cuando Jolie no dudó en retocar su maquillaje, mientras que la sala completa ponía atención a Jennifer, quien presentaba el premio Carol Burnett en los Globos de Oro de 2018.

Por su parte, Aniston no ha dudado en apoyar a Brad Pitt, su ex marido con quien lleva una buena relación, y testificaría en su favor tras la acusación de violencia doméstica que Angelina realizó contra el padre de sus hijos, destacó Hufftington Post.

Como esta, muchas son las enemistades conocidas de la industria, sin embargo, hay algunas que pese a que se mantuvieron, tuvieron extrañas “reconciliaciones” y otras, menos conocidas, siguen hasta hoy. Conócelas a continuación.

Michael Bay y Steven Spielberg ¿los enemigos de Megan Fox?

Megan Fox fue la fantasía erótica de una generación que creció viéndola saltar a la fama mientras limpiaba y reparaba autos para luego luchar por su vida junto a Shia LeBaouf en “Transformers”, la serie de películas del director Michael Bay.

La actriz protagonizó con éxito las dos primeras películas de la saga, que contaba la historia de los autobots, y estaba preparada para entrar a grabar la tercera entrega junto a LaBeouf durante 2011, sin embargo, sólo unos días antes, todo se derrumbó.

La brutal honestidad de la actriz terminó con su participación en Transformers: Dark of the Moon, luego de que comparara al director de las películas Michael Bay con Adolf Hitler, señalando a la revista británica Wonderland, “quiere ganarse una reputación de megalómano, es una pesadilla trabajar para él”.

Además, añadió en su relato: “Cuando sale del set de rodaje, y no está en modo director, me gusta mucho su personalidad, porque es tan tímido. No tiene remedio. No tiene herramientas sociales en absoluto, y resulta hasta entrañable”.

La actriz fue despedida de la producción de inmediato y reemplazada por la modelo Rosie Huntington-Whiteley, uno de los “ángeles” de Victoria’s Secret que en ese momento no contaba con experiencia en el cine.

Sin embargo, el ofendido con las palabras de Fox, Michael Bay, declaró que la idea de despedirla no fue de él, sino que del productor de la película, el ganador del Oscar y uno de los hombres más influyentes de la industria cinematográfica, Steven Spielberg, indicó GQ.

Ambos se transformaron en los enemigos de Fox, que vio cómo su carrera que iba en ascenso con las películas de Optimus Prime, descendía rápidamente.

Pese a la mala relación que mantuvieron por años, la actriz no dudó en salir a defender a los directores durante junio de 2020, cuando reapareció una entrevista que Fox entregó a Jimmy Kimmel en 2011 y que aseguraba que el director de “Dos policías rebeldes” había tenido un comportamiento misógino con ella.

Megan emitió un comunicado a través de su cuenta de Instagram, donde agradeció la preocupación de sus fans, pero aclaró que que nunca fue agredida o atacada de una manera que se sintiera sexual por parte de Michael Bay y Steven Spielberg, destacó Vanity Fair
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Roman Polanski, Faye Dunaway y un vaso de orina

Las “divas” nacieron en Hollywood y Faye Dunaway encajaba perfectamente en el perfil de una. La protagonista de “Bonnie and Clyde” es conocida por un carácter bastante despótico y violento, siendo calificada como una “actriz difícil”, que se reflejaba en actitudes bastante críticas por la comunidad que la rodeaba.

Ejemplo de ello es que no tenía problemas en estacionar bloqueando la entrada o salida de sus vecinos en el West Hollywood de los 70, cuando además se enfrentaba a la policía si se acercaban a reclamarle por sus acciones, destacó El Mundo.

También está la historia de que los locales de la zona temían al atender a la actriz, que no dudaba en ningunear a los empleados si no hacían lo que ella quería o demoraban en su solicitud.

Sin embargo, probablemente la pelea que más se recuerda de la actriz que ahora tiene 80 años es la que tuvo con el director Roman Polanski mientras estaban en el rodaje de “Chinatown” en 1974.

Chinatown (1974)

Según cuenta Vanity Fair, durante esta producción “la actriz perdió el control sobre su propia egolatría y no ha sido capaz de saciarla desde entonces” y se desató la tormenta entre ella y el director, que tampoco puso de su parte para que esta situación no ocurriera.

Roman Polanski, consciente de la actitud de la actriz, que había sido advertida por el productor Robert Evans, quien la calificó como “imposible”, apostó a que iban a tener una buena relación indicando que “quizá Faye sea imposible con los demás, pero no conmigo”.

Sin embargo, la realidad sería muy distante de lo que pensaba el polaco, puesto que los conflictos comenzaron desde la primera prueba de maquillaje, cuando el director consideró que la actriz debía ser un poco más pálida y atizó maquillaje sobre el rostro de la actriz bruscamente.

Luego, Polanski le gritó: “Tu motivación es tu sueldo, lee las putas frases” cuando Faye insistía constantemente en que le indicara la motivación de su personaje, declarando años después que “ese pedazo de mierda nunca quería hablar conmigo sobre mi personaje”.

No obstante, el infierno entre la pareja comenzaría cuando estaban en pleno rodaje y el director, expulsado de la Academia por acusaciones de agresiones sexuales, consideró que un pelo de la actriz alteraba su plano, por lo que decidió arrancarlo de raíz.

Según destaca la revista de Conde Nast, el polaco contó que “la cámara estaba muy cerca de ella y la luz le daba desde atrás, así que ese pelo alteraba tremendamente el plano. Me acerqué a ella por detrás y le arranqué el pelo” a lo que la actriz respondió: “Ese hijo de puta me ha arrancando el pelo”, paralizando la producción y ambos exigiendo que despidieran al otro.

La tensa relación entre ambos continuó hasta una anécdota que mostró lo duras que eran ambas personalidades de Hollywood y la contó el director de fotografía John A Alonzo.

Alonzo señaló que la situación tuvo lugar una “jornada de rodaje en la que Faye Dunaway estuvo metida en un auto durante horas”.

“Polanski ignoró sus peticiones de tomarse un descanso para ir al baño (‘no, te quedas aquí y rodamos’) tantas veces que, cuando se acercó al coche para darle instrucciones (‘te estás girando demasiado hacia la izquierda, no mires a Jack, mira al frente’), la actriz bajó la ventanilla y le tiró un vaso de plástico lleno de líquido. ‘Hija de puta, ¡es pis!’, gritó el director. ‘Así es, inútil’, respondió ella”, consignó Vanity Fair.

Para la promoción de la película el director y la actriz no se preocuparon de ocultar su mala relación, mientras que Dunaway señalaba respecto del trabajo de Polanski: “Roman considera que hace falta infligir dolor para hacer algo bueno, quiere alterar tu adrenalina” añadiendo, “pero tu adrenalina ya está alterada, porque hay una cámara enfocándote. Su sadismo iba desde lo físico hasta lo emocional. No fue por el pelo, fue por la incesante crueldad, el constante sarcasmo, la infinita necesidad de humillarme”.

Por su parte, Roman Polanski no dudó en contestar que la actriz era “una persona claramente desequilibrada pero con una cualidad misteriosa e inexplicable”, y esti haría que todo valiera la pena para ver su “formidable trabajo”.

“¿Aló, Charlie? Bill Murray y Lucy Liu están peleando”

Recién comenzaba el milenio y volvían a la pantalla “Los Ángeles de Charlie”, la película que esta vez protagonizaban Cameron Diaz, Drew Barrymore y Lucy Liu en el papel de los 3 agentes que daban vida a la historia y Bill Murray, el actor que interpretó a John Bosley, el acompañante de las talentosas investigadoras privadas.

Del rodaje nació la gran amistad entre Drew Barrymore y Cameron Díaz, quienes hasta hoy -más de 20 años después- continúan siendo íntimas y han pasado de todo juntas, desde sorpresas en programas de televisión hasta visitas a Chile, como la que realizaron en 2004 cuando viajaron para grabar una producción de MTV.

Sin embargo, esta amistad contrasta mucho con la relación que mantuvo el actor Bill Murray y la actriz Lucy Liu, con la que no se llevó nada bien en el set, a tal punto que incluso hubo violencia física.

Según rescata Yahoo!, si bien se veía una química increíble en pantalla, cuando Murray era el confidente del personaje de Liu, la realidad era que los actores no se soportaban y según rumores de la época, se maltrataron mutuamente durante todo el proceso.

De acuerdo a People, el actor se quejó de la técnica interpretativa de la actriz mencionando, frente a los tres “ángeles”, lo siguiente: “Entiendo por qué estás aquí [a Cameron Diaz], tú tienes talento [a Drew Barrymore], ¿pero qué demonios estás haciendo tú aquí? [a Lucy Liu] ¡si no sabes actuar!”.

La declaración de Bill Murray generó que Liu de enojara a tal nivel que se lanzó contra el actor y comenzar a golpearlo, mientras le gritaba e insultaba. Finalmente tuvieron que separarlos llevándola a ella a un rincón, aunque continuaba ofuscada con Murray.

La pelea continuó en el set a tal nivel que para la segunda entrega de la saga en 2003, que contó con la participación de Diaz, Barrymore y Liu en los papeles principales, Bill Murray no fue considerado y fue reemplazado por el actor Bernie Mac.

El rumor de la época contaba que el actor puso como condición que despidieran a Lucy Liu para participar de la secuela, lo que Columbia, el estudio que realizó la película, no aceptó por lo que Murray salió del elenco.

Tiempo después el actor reconoció en Contact Music que efectivamente hubo un incidente con la actriz, aunque señaló que la insultó a ella, sino que a los guionistas del film.

Además, confirmó que sí condicionó el despido de un miembro del equipo para volver a actuar en la segunda película, pero aseguró que no era Lucy la persona específica.

Ya han pasado más de 20 años del hecho y la pareja nunca más volvió a trabajar en conjunto, además de que tampoco se han topado en los eventos que han recordado la película y que sí han juntado a la actriz con sus co-protagonistas Cameron Díaz y Drew Barrymore.