La actriz estadounidense Angelina Jolie, que visitó Irak a iniciativa de la Agencia de la ONU para los (ACNUR), consideró este domingo que hay que evitar los conflictos, más que responder a éstos, para reducir el sufrimiento que conllevan.

“Espero que este año, con ocasión del día mundial de los refugiados (20 de junio), encontremos la fuerza […] para avanzar hacia una nueva era de prevención de los conflictos y reducción de la inestabilidad, más que actuar simplemente sobre sus consecuencias”, afirmó durante una rueda de prensa en Domiz, en el Kurdistán iraquí.

En este campo, abierto en 2011, donde viven 40.000 refugiados sirios, dio la voz de alarma. “Cuando ACNUR en Siria sólo obtuvo el 50% de los fondos requeridos y sólo el 17% este año, lo cual tiene consecuencias humanas terribles. No hay que hacerse ilusiones”, subrayó.

Es la tercera vez que el enviado especial de la ONU acude a este campo de la región autónoma del norte de Irak, tras las visitas de 2012 y 2016.

Andrew Mc Connell | UNHCR | AFP
Andrew Mc Connell | UNHCR | AFP

“Cuando ya ni siquiera existe ni la más mínima ayuda, las familias de los refugiados no pueden recibir un tratamiento médico adecuado, las mujeres y las niñas se encuentran en posición de vulnerabilidad frente a las violencias sexuales, muchos niños no pueden ir a la escuela y nosotros dejamos perder la oportunidad de invertir para que los refugiados puedan adquirir nuevas habilidades y así ayudar a su familia”, recalcó.

“Y ésa es la situación en Irak hoy en día, en Siria y por todo el mundo donde hay refugiados o desplazados”, añadió.

La víspera, visitó Mosul, otrora feudo del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Irak, antes de que éstos fueran expulsados hace casi un año. Es la quinta vez que la actriz visita Irak.

En Mosul, recorrió la Ciudad Vieja, en gran parte destruida por los combates, y se reunió con familias desplazadas y habló de la reconstrucción de la ciudad.

Andrew Mc Connell | UNHCR | AFP
Andrew Mc Connell | UNHCR | AFP

“Son las peores destrucciones que jamás haya visto desde que trabajo con ACNUR. La gente lo ha perdido todo, sus casas fueron destruidas, están en la pobreza más extrema. No tienen medicamentos para sus hijos y muchos, ni agua potable. Todavía hay cuerpos bajo los escombros”, constató.

“Tras el enorme trauma que tuvieron que padecer, intentan reconstruir sus casas, muy a menudo con muy poca o con ninguna ayuda”, añadió.