Jaime Coiro es diácono y también periodista. Es vocero de la Conferencia Episcopal y ha trabajado en medios radiales y como académico en la Universidad Católica.

De entrada, Jaime Coiro señala que muchas decisiones de su vida las ha tomado luego de vivir momentos especiales, instantes plenos de buena energía. Tal como le sucedió hace poco, cuando decidió conversar con su jefatura sobre la posibilidad de estudiar otra carrera.

Le confirmaron que podía hacerlo, aunque vería disminuido su sueldo por acortar su jornada laboral. No lo pensó dos veces y, como se sentía tan bien, optó por su sueño y, además, aprovechó la oportunidad y jugó un Kino.

“Jugué con números relacionados: el día, el mes, dos dígitos del año, las fechas de nacimiento de los integrantes de mi familia… hasta que me faltaba un número”, confiesa. Y de inmediato pensó en el 19. No fue al azar. Es el día en que los fieles católicos veneran a San Expedito, el santo de las causas urgentes, como es conocido.

El final de la historia es muy feliz. Jaime Coiro es el reciente ganador del Kino de 14 aciertos, con más de 280 millones de pesos.

Está casado y tiene tres hijos: Mateo, que estudia ingeniería comercial en la UC, y Bruno, en primero medio en el Colegio San Ignacio. Ángel Ignacio, su hijo mayor, falleció a los dos meses y medio, de muerte súbita. “Yo siempre diré que tengo tres hijos”, indica.

“No estamos preparados para ese dolor. Lo lógico es que los hijos despidan a sus padres… Uno no hace duelo, pero todo queda para siempre. Como diácono, he acompañado a muchos padres que han perdido a un hijo o hija. Y es una compañía en silencio, no hay palabras…”, confiesa Jaime.

En diciembre del año pasado, luego de haberlo conversado con la familia, Jaime Coiro quiso comenzar a cumplir un sueño personal: estudiar otra carrera, en este caso psicología, para seguir ayudando a personas vulnerables y de casos especiales.

Tenía un diplomado con especialización en traumas en el Instituto Latinoamericano de Salud Mental y Derechos Humanos (ILAS) y deseaba profundizar en esos estudios. Un proyecto de superación que ahora podrá cristalizar gracias al premio de Kino.

“Este premio de Kino es un regalo y en los regalos se escucha con claridad la voz de Dios. El nombre de mi hijo, Mateo, también significa regalo, yo soy un agradecido de Dios”, señala Jaime Coiro, para quien su vocación de diácono surgió en su matrimonio y ha realizado su trabajo orientado a los comunicadores de nuestro país, como también a las víctimas de abuso, con actitud de servicio, solidaridad y diálogo.