Las petroleras estadounidenses ExxonMobil y Chevron volvieron a tener fuertes ganancias en el segundo trimestre gracias a una demanda en alza de combustibles, pero contienen las inversiones en momentos en que las preocupaciones ambientales crecen.

ExxonMobil ganó 4.700 millones de dólares entre abril y junio y Chevron 3.100 millones.

En 2020, en medio de las medidas de restricción de movilidad por la pandemia, ExxonMobil perdió 1.100 millones de dólares y Chevron 8.300 millones en el segundo trimestre.

Pero el consumo de petróleo y gas repuntó a medida que la actividad volvía, de la mano de campañas de vacunación contra el covid. La demanda se incrementó y con ella los precios del oro negro.

“Los beneficios en el segundo trimestre fueron sólidos, un reflejo de la mejoría de las condiciones de mercado”, destacó el presidente de Chevron, Mike Wirth.

Chevron prevé así volver a recomprar acciones propias en el tercer trimestre en montos de 2.000 a 3.000 millones de dólares anuales, un mecanismo que beneficia a sus accionistas en momentos en que las petroleras no van viento en popa en Wall Street.

Empujada, como todas las grandes empresas del sector, a hacer más para contener el cambio climático, Chevron destacó sus actividades en el desarrollo de energías verdes: comenzó a producir biocarburante en su refinería de El Segundo en California e instaló en ese estado su primera estación de gas natural comprimido.

ExxonMobil, de su lado, apuesta a las técnicas de captura de carbono, cuestionadas por algunos ambientalistas: el grupo firmó en julio acuerdos para participar de un proyecto en Escocia y explorar el desarrollo de infraestructuras en Normandía.

La compañía también impulsará los biocombustibles, indicó su presidente, Darren Woods, en conferencia telefónica.

Incertidumbre por variante delta

Las dos empresas se vieron sacudidas a fines de mayo por sus accionistas, que votaron para forzarlas a actuar más enérgicamente en materia de cambio climático: en el caso de ExxonMobil fueron electos integrantes del consejo de administración receptivos a preocupaciones ambientales, y en el caso de Chevron los accionistas pidieron que reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero en sus productos.

Así, las dos firmas, que redujeron drásticamente sus inversiones en 2020, no arriesgan a pesar de la vuelta a la rentabilidad.

ExxonMobil hará gastos de inversiones en 2021 en un rango bajo de 16.000 a 19.000 millones de dólares.

En el trimestre pasado, Chevron mantuvo “cierta disciplina en la colocación de capital”, con inversiones 32% menores al segundo trimestre de 2020.

Muchos inversores, en particular aquellos enfocados en los criterios ESG (sigla en inglés para Ambiente, Sociedad y Gobernanza), ganan fuerza y “quieren realmente” que las empresas “se concentren más en las energías renovables y no en los combustibles fósiles”, explicó Stewart Glickman, especialista del mercado petrolero de la consultora CFRA.

La prudencia de las petroleras también se explica por la pandemia de coronavirus.

“La variante delta es claramente una incertidumbre. Nadie puede predecir hasta que punto puede afectar la demanda de petróleo”, explicó el especialista.