El 9 de noviembre, Joe Vasconcellos ofreció uno de los conciertos más significativos de una carrera musical que cruza más de cuatro décadas. En Movistar Arena, celebró los 30 años de ‘Toque’ (1995), uno de los álbumes más elogiados y populares de su repertorio, el mismo donde debutaron canciones y hits como ‘Mágico’, ‘Las seis’, ‘Solo por esta noche’, ‘El bailarín’, ‘Huellas’ y ‘Sed de gol’, entre otras.
“La gente, con el tiempo, le dio a Toque un lugar que se ganó. Porque el disco no partió así como un boom. Se fue ganando su espacio y por eso creo que tiene vida 30 años después”, explicó en diálogo con BioBioChile a raíz de la celebración.
Noviembre, al margen del recital en el recinto capitalino, también tuvo actividades paralelas a los tres decenios de ‘Toque’. En los días previos al show, el músico se reunió con fans en sesiones de escucha donde reveló detalles desconocidos del álbum, así como el contexto que acompañó el proceso.
“Fue como un disco que abarcó generaciones, un disco que nació de una época. Acuérdate que los autos en los 90 tenían ‘toca-CDs’, y la gente ponía un CD de ida y de vuelta cuando se iban de vacaciones. Se me repite mucho que la gente en la calle me para y me dice: ‘Joe, el disco me recuerda a mi taita, cuando íbamos a Cartagena’. Son como recuerdos muy entrañables, muy tiernos”.
Con ‘Toque’, Joe se inscribía en una escena de música chilena donde destellaban bandas como Los Tres, La Ley, Machuca, Chancho en Piedra, Los Christianes, Bambú, Nicole, Javiera Parra y Los Imposibles, Fiscales Ad-hok, Los Tetas y Lucybell, entre otros.
“Fue súper bonito que dentro de un ambiente de rock and roll exista un espacio tan importante para la ternura, para la amistad, para el concepto de familia, para tener lindos recuerdos. Uno se pone a pensar: tantas cosas pasaron en esa época, tantas cosas pasaron el año 95, se grabaron muchos discos. Y yo tuve la suerte de estar entre esos discos. Fue un álbum que me abrió una puerta para trabajar con un sello grande y, por supuesto, trabajar con un productor. Y eso cambió mi vida”, reflexionó.
En su recuerdo, el disco comenzó a tocarse en vivo incluso antes de su grabación formal. “‘Toque’ fue, en definitiva, un momento fundacional. En el concierto por los 25 años de Congreso, en el Court Central, me convidaron a cantar ‘Hijo del Sol luminoso’, y cuando Pancho Sazo me invita a cantar el tema, la gente se vuelve loca y se viene toda para adelante. Se produjo un fenómeno muy bonito, muy guou”.
Pero la anécdota no termina ahí. Una vez finalizado el show, de regreso en el camarín, una conversación inesperada marcaría el rumbo artístico del hijo de madre chilena y diplomático brasilero.
“Me encuentro con Luigi Mantovani, que era el director de EMI en ese momento. Luigi Mantovani tenía un currículum como productor de discos increíbles. Entonces me parecía loco eso de que estuviese Luigi Mantovani y me dijera: ‘Oye, ¿tú tienes sello?’. Le contesté: ‘no, no tengo sello’. ‘Anda a hablar con Carlos (Fonseca)’, me respondió”.
(P): ¿Y qué pasó después?
(R): Carlos Fonseca (fallecido exmánager de Los Prisioneros) se acerca, me felicita y me dice: ven a verme el martes. Y el martes estaba firmando con el sello. Entonces, imagínate, cambia la vida, cambia todo. Estás trabajando a un nivel profesional en pleno, y con un productor que se la jugó toda. Grabamos en el mejor estudio que había en ese momento en Santiago.
(P): ¿Cómo lidiaste con las etiquetas que imperaban en los 90? Toque y tu música era inclasificable en cierto punto…
(R): En los noventa, las etiquetas musicales eran rígidas, firmes, y ‘Toque’ tenía cumbia, blues, música brasilera
(P): ¿Qué te decían sobre el disco? ¿Te generaba problemas este ‘multi-estilo’?
(R); Siempre tuve muchos problemas en las tiendas, en la venta de discos, porque no sabían dónde ponerlo. Entonces, de repente, tú preguntabas por canto nuevo, o por música chilena, y mi disco estaba o no estaba, y lo ponían entre los discos de New Age, qué sé yo. Ese problema era curioso, porque uno tenía que ir harto a la Feria del Disco para ver cómo iba la venta. Y la verdad era que a veces tenían los discos ahí, pero no sabían en cuál casilla ponerlos.
(P): ¿Qué recuerdos tienes de la cultura musical de los 90?
(R): En los 90, uno buscaba, cachureaba. A mí me gustaba cachurear en la música, lo que fuera, porque así uno descubría cosas increíbles que ni siquiera se imaginaba que existían. Hoy en día eso te lo hace el algoritmo, pero en esa época era como el principio de esta cosa del algoritmo: ‘de este disco, paso a este disco…’. El algoritmo se volvería loco con Toque, jajaja.
(P): Joe, tú fuiste junto a Chancho en Piedra, en los noventa, uno de los que puso en valor la figura de Tommy Rey como emblema de la cumbia y la música chilena. A varios meses de su partida, ¿cuál crees que es el espacio que ocupó Tommy Rey en la música chilena? Me da la sensación que todavía no hay dimensión sobre eso…
(R): Yo opino lo mismo: todavía no hemos dimensionado su figura. Y creo que es muy importante hacerlo. Él siempre va a estar presente. Nosotros grabamos ‘La Gloria de Chile’, y ‘Las seis’ fue un tema que, en el fondo, fue inspirado por él y por nuestra cumbia. Con los Chancho, nos dábamos cuenta que nosotros tocábamos en universidades, en varios lugares, y cerraban los Tommy Rey o cerraba La Sonora Palacios, pero eso no era noticia. Y qué bonito era ver a estos señores impecables tocando la cumbia chilena, que se caracteriza por las trompetas, cinco trompetas, en la Sonora… Era como decir: oye, despertemos, recuperemos esto porque esto es súper importante.
Todo lo que ha pasado con el fallecimiento de Tommy, hay que dejar que baje un poco. Don Tommy siempre va a estar presente en lo que hacemos, y eso lo sentimos. Nosotros ahora estamos tocando harto y sentimos cada vez que tocamos esas cumbias, que se evoca a Tommy y la cumbia nacional. Y siempre se produce una sensación rica.