El estudiante sumariado por robos y daños a la Universidad Católica de Valparaíso en una toma, entregó una carta de apelación al rector del plantel tras ser sancionado con la suspensión de la matrícula por cuatro semestres y la prohibición de ingresar a cualquier recinto de la institución. A ello se suma una querella criminal en su contra.

Por tercera vez el alumno de Trabajo Social de la PUCV, Miguel Moya, convocó una concentración en las afueras de la casa central para entregar una apelación ante el rector.

La rectoría sancionó a Moya por robos y daños ocurridos durante la toma del 15 de julio del año pasado, donde se le impuso la suspensión de matrícula por cuatro semestres, además de la prohibición de ingresar a cualquier recinto del establecimiento educacional.

Una persecución política, acusa Moya, ya que la universidad interpuso, además, una querella criminal en su contra. Él indica que se debe a su rol de ex vocero de la asamblea. El estudiante no descarta presentar acciones legales por injurias.

El universitario declaró que las movilizaciones continuarán para denunciar la situación.