La Corte Suprema condenó al Estado de Chile a pagar una millonaria indemnización a una familia de una mujer que falleció por falta de un adecuado servicio en el Hospital Militar.

En fallo unánime, la Tercera Sala del máximo tribunal, determinó la responsabilidad estatal en el deceso de María Angélica Oñatt, que se produjo en julio del 2008, producto de complicaciones tras una cirugía artroscópica.

“Los hechos del proceso dejan en evidencia la falta de servicio en que incurrió el Hospital Militar, puesto que existió un actuar negligente de parte de la anestesista que intervino en la cirugía a que fue sometida la señora Oñatt, que no respondió al estándar de conducta que le es exigible en calidad de tal, por cuanto no desplegó todos los esfuerzos que eran necesarios para evitar la ocurrencia de la hipotensión arterial“, señala el dictamen.

La investigación detectó que la especialista dejó transcurrir un gran espacio de tiempo antes de advertir al equipo médico de la situación, para que adoptara las medidas necesarias para evitar un desenlace fatal, el que finalmente ocurrió.

La negligencia queda en evidencia “en una inadecuada pesquisa de los signos vitales de la paciente, proceder negligente que se prolongó en el tiempo suficiente para que la hipotensión arterial produjera una hipoperfusión cerebral que, a su vez, se tradujo en una encefalopatía hipóxico-isquémica que le causó la muerte”.

Por ello, la Corte condenó al Estado a indemnizar con $65 millones a la familia de la mujer: $15 millones para el cónyuge y $10 millones para cada uno de los cinco hijos de la pareja.