Estados Unidos y Rusia mantuvieron este viernes contactos sobre el conflicto sirio, poco después de que Moscú se declarara dispuesto a estudiar el envío de tropas a Siria si el régimen de Damasco lo solicita.

El ministro de defensa ruso, Serguei Choigu, y su homólogo estadounidense, Ashton Carter, que jamás se habían entrevistado en persona, abordaron durante una hora la situación en Siria, en un encuentro que el portavoz del Pentágono, Peter Cook, calificó de “constructivo”.

La conversación mostró que “sus dos puntos de vista son cercanos, incluso idénticos, en la mayoría de los problemas mencionados”, aseguró, por su parte, el portavoz del ministerio ruso de Defensa, Igor Konachenkov, citado por la agencia oficial TASS.

“La necesidad de coordinar los esfuerzos bilaterales y multilaterales para combatir el terrorismo internacional ha estado en el centro” de la reunión de los ministros, añadió.

Poco antes del encuentro, el presidente estadounidense, Barack Obama, había considerado que unas conversaciones entre militares de ambos países eran “la próxima etapa importante”, según su secretario de Estado, John Kerry, que se reunió tres veces con su homólogo ruso Serguei Lavrov en una semana.

Choigu y Carter acordaron continuar con sus conversaciones sobre Siria, según sus portavoces.

Envío de tropas

La reunión entre los dos ministros tuvo lugar horas después de que el Kremlin se declarara dispuesto a estudiar un posible envío de tropas a Siria, si lo pidiera el presidente Bashar al Asad.

“Pero es difícil hablar de esto porque sigue siendo hipotético”, matizó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

El ministro de Relaciones Exteriores sirio, Walid Mualem, aseguró el jueves que el ejército sirio aún no combatió junto a tropas rusas, pero que estudiaría esa posibilidad.

“Cuando sea necesario, nada podrá impedir esa cooperación” con los rusos, añadió en una entrevista para la televisión estatal.

El presidente ruso Vladimir Putin había afirmado, a principios de septiembre, que aún era “prematuro” hablar de una intervención rusa en Siria para luchar contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI).

Aunque Moscú nunca escondió la venta de armas al régimen de Damasco, el país no tomó “ninguna medida adicional” para reforzar su presencia en Siria, aseguró Lavrov.

Bombardeos del régimen

Washington lleva días acusando a Moscú de aumentar el número de soldados rusos en Siria, sobre todo en Latakia (noroeste), el bastión del régimen de Damasco, donde responsables estadounidenses afirman que Rusia construye una “base aérea adelantada”.

Oficialmente, Rusia sólo está presente en Siria en sus instalaciones militares en el puerto de Tartús, a orillas del Mediterráneo.

Rusia ha reclamado en varias ocasiones a la coalición internacional liderada por Estados Unidos que coopere con el ejército sirio. El presidente Putin ha propuesto, además, la creación de otra coalición militar con Turquía, Arabia Saudita y el ejército sirio para luchar contra los yihadistas del EI.

La aviación siria intensificó sus bombardeos este viernes contra varias posiciones del EI, un día después de que sus ataques dejaran al menos 18 muertos en el país.

El conflicto sirio causó 240.000 muertos en cuatro años y medio.