Cientos de indígenas y otros grupos opositores al gobierno del presidente ecuatoriano, Rafael Correa, marcharon pacíficamente ayer miércoles en Quito exigiendo se retire un paquete de enmiendas constitucionales, un mes después de las concurridas movilizaciones que dejaron decenas de heridos y detenidos.

Según las autoridades, unas 2.700 personas protestaron en la capital ecuatoriana.

Al grito de “fuera, Correa, fuera”, cientos de manifestantes caminaron por las calles del centro histórico de la capital y se concentraron en una calle aledaña a la sede de gobierno, sin que se registraran disturbios.

Simultáneamente, en la Plaza de la Independencia, frente al palacio de gobierno, simpatizantes del oficialismo se reunieron para mostrar su apoyo al presidente Correa, en el poder desde 2007.

“Las marchas son exigiendo que el gobierno nacional archive ese paquete de enmiendas constitucionales”, dijo a la AFP Jorge Herrera, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie).

El Congreso, de mayoría oficialista, tramita una serie de enmiendas que deberán ser aprobadas en diciembre, entre ellas una que le permitiría a Correa ser candidato en las elecciones de 2017.

Los indígenas también alzaron su voz contra leyes que en la práctica les quitan influencia en la administración del agua, la tierra y la educación en sus territorios ancestrales.

El presidente consideró un fracaso las marchas que también se replicaron en otras ciudades.

“De acuerdo al informe que tenemos han participado menos de 5.000 personas en todo el país. En Quito unas 2.700 personas, claramente es un fracaso”, sostuvo Correa, durante un encuentro con la prensa en la ciudad de Cuenca (sur).

El líder de la Conaie señaló que las movilizaciones continuarán, pese a que las de este miércoles fueron menos nutridas que las de agosto, cuando los indígenas proclamaron un “levantamiento” (protesta progresiva) contra del gobierno.

“El año 2015 nosotros declaramos el año de resistencia (…) Existe una agenda que se irá cumpliendo: serán marchas, serán foros, serán encuentros, serán plantones hasta que se archive el paquete de enmiendas constitucionales”, insistió Herrera.

De su lado, el gobernante resaltó que en esta ocasión no fueron cerradas carreteras y no se registraron hechos violentos en las manifestaciones, como hace un mes.

“Ojalá si quieren seguir protestando sigan en esa línea pacífica, de una forma civilizada, con estricto respeto a la ley”, apuntó Correa.