El ministro de Relaciones Exteriores británico, Philip Hammond, encabezó este domingo la ceremonia de reapertura de la embajada de su país en Teherán, cuatro años después de que la legación sufriera una invasión de manifestantes que provocó su cierre.

El viaje de Hammond se produjo cinco semanas después de que Irán cerrara con las potencias mundiales, entre ellas el Reino Unido, un histórico acuerdo sobre su programa nuclear.

Hammond entró en la embajada a mediodía (07H30 GMT) y celebró luego la ceremonia de reapertura en sus jardines acompañado de Ajay Sharma, el encargado de negocios, que de momento será el diplomático británico de mayor rango en Teherán.

“En los próximos meses, trabajaré para garantizar que el acuerdo nuclear es un éxito, y asegurarnos de que es respetado íntegramente por todas las partes”, dijo Hammond tras la ceremonia.

“Con los esfuerzos de esta embajada apoyaremos el comercio y las inversiones británicas, una vez que sean aliviadas las sanciones. Ello será beneficioso para los pueblos iraní y británico”, añadió.

Por otro lado, la embajada de Irán en Londres también reabrirá sus puertas este domingo. Se espera que ambos países nombren embajadores en las próximas semanas.

Los dirigentes europeos han acudido rápidamente a Irán desde la firma del acuerdo nuclear el 14 de julio, que garantiza la naturaleza exclusivamente civil del programa nuclear iraní.

El acuerdo, si es definitivamente ratificado por Irán y Estados Unidos, implicará a cambio un levantamiento de las sanciones impuestas desde 2006 a este importante productor de petróleo, miembro de la OPEP.

 

Mercado de 80 millones de personas

La embajada británica cerró en noviembre de 2011, después de que la saquearan unos manifestantes hostiles al endurecimiento de las sanciones contra Irán por su polémico programa nuclear.

El ataque, perpetrado ante la pasividad de la policía, suscitó entonces una ola de protestas internacionales y Teherán acabó expresando su arrepentimiento por lo ocurrido. 

La embajada iraní en Londres cerró en el mismo momento. 

Las relaciones entre Reino Unido e Irán mejoraron a raíz de la elección del moderado Hasan Rohani en junio de 2013 y del reinicio de las negociaciones sobre el programa nuclear el mismo año.

En febrero de 2014, ambos países decidieron normalizar sus relaciones izando simbólicamente su bandera nacional en sus representaciones diplomáticas respectivas en Londres y Teherán. Poco antes habían nombrado a encargados de negocios no residentes.  

El vicecanciller alemán, Sigmar Gabriel, la jefe de la diplomacia europea, Federica Mogherini, y el ministro francés de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius, ya visitaron Teherán en las últimas semanas. 

Los países occidentales, que habían reducido mucho sus relaciones comerciales y económicas con Irán por las sanciones, esperan poder restablecer rápidamente sus vínculos con la república islámica para situarse en un mercado de 80 millones de habitantes. 

El gobierno del presidente Rohani también aboga por normalizar las relaciones con Occidente, con el fin de atraer a los inversores internacionales que su país necesita para desarrollar los diferentes sectores de su economía, en particular el de los hidrocarburos, muy perjudicado por las sanciones. 

Aunque fue uno de los principales negociadores del acuerdo sobre el programa nuclear, Estados Unidos sigue siendo considerado como el “Gran Satán” en Irán y no tiene embajada en Teherán. 

Las relaciones diplomáticas entre ambos países se rompieron en 1980 tras la revolución islámica de 1979 y la toma de rehenes de diplomáticos estadounidenses en su embajada en Teherán, que duró 444 días.