En la secundaria Leland ubicada en San José, California, uno de sus estudiantes no sólo participa activamente de todas las clases, sino que pasa todo su tiempo libre en la biblioteca, haciendo actividades extraprogramáticas o compartiendo con sus compañeros.

Sí, se trata de todo un alumno ejemplar… aunque sea un gato.

Hablamos de Bubba, un amistoso felino anaranjado quien, desde hace 6 años, se ha convertido en un connotado personaje del centro de estudios, al punto de deambular libremente por todas sus instalaciones.

facebook.com/bubbatheschoolcat

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Según cuenta el diario local San José Mercury News, el gato es parte de la familia Marienthal, quienes viven en una casa detrás de esta escuela y la preparatoria Bret Harte. Y pese a los intentos por mantener a Bubba dentro de casa, el minino se hizo la costumbre de exigir pasar repartiendo su tiempo entre ambos recintos.

“Hace bastante ruido (cuando no logra lo que quiere)”, relató entre risas Amber Marienthal, quien adoptó al felino en 2009.

Lejos de molestarse, tanto docentes como alumnos de la secundaria Leland han aceptado cariñosamente a Bubba como uno de los suyos: se sienta junto a los estudiantes durante las clases, los acompaña en la biblioteca en sus sesiones de lectura, e incluso participa en deportes.

“Ya ha pasado 6 años con nosotros. Suele sentarse en mis piernas y dormir una siesta mientras hago mi certamen de español”, narró uno de los estudiantes.

De hecho su afabilidad ya ha puesto algunas de sus siete vidas en peligro, cuando despreocupadamente ingresa a la cancha de fútbol de la escuela en pleno partido, para recibir los mimos de los jugadores. “Es realmente sociable y parece no tener miedo a nada. Me sorprende todo el tiempo que pasa allí”, agregó Marienthal.

En otra ocasión, el aplicado felino se quedó accidentalmente encerrado en una sala durante 36 horas, hasta que uno de los vigilantes escuchó sus maullidos y acudió a rescatarlo.

Bubba se ha convertido en tal celebridad, que no sólo tiene su propia página de Facebook con más de 8.800 fans, sino que ha aparecido en el periódico escolar y en el anuario de Leland. Sin embargo ahora la escuela decidió darle su máximo galardón: su propia tarjeta donde lo reconoce como estudiante de la institución, tal como muestran en la cuenta de Twitter oficial del recinto.

twitter.com/LHS_Chargers

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Pero por más estudioso que sea, un gato siempre será un gato.

“Un profesor cometió el error de comprarle golosinas. A partir de entonces Bubba comenzó a pararse frente a su sala de clases maullando para exigir alimento. El profesor terminó harto del ruido”, indica Marienthal.

¿Le quedan desafíos? Por supuesto. “Nos encantaría que lo dejaran estar presente en la graduación de 2017. Esa es la primera generación a la que acompañó tanto en Bret Harte como en Leland”, señaló la mujer.

¿Quién sabe? Quizá sea el primer felino graduado “honoris causa”.

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