Convertirse en uno de los cinco congresos más transparentes del mundo es el desafío que se plantearon los presidentes de ambas ramas del Poder Legislativo al dar a conocer 13 medidas con carácter administrativo o legal, a través de las cuales se busca reforzar la probidad y transparencia del parlamento.

Entre las medidas más significativas destaca aquella que establecerá multas a los parlamentarios que no asistan a las sesiones de sala o a las respectivas comisiones, sanciones que podrían representar hasta el 15 por ciento de la dieta parlamentaria.

También se creará una Dirección de Ética y Transparencia Parlamentaria, entidad que tendrá entre sus responsabilidades, advertir a los diputados y senadores cuando tengan algún conflicto de interés para votar algún proyecto de ley.

El presidente de la Cámara de Diputados, Marco Antonio Núñez, aseguró que Chile tiene una larga tradición de probidad en la política, que con estas medidas se busca fortalecer.

Entre los anuncios no hubo referencias al funcionamiento del Consejo de Auditorías Parlamentarias y al Comité de Asignaciones Parlamentarias, entidades que han sido criticadas por la opacidad de sus decisiones.

Ante las críticas, salió al paso el presidente del Senado Ignacio Walker, quien sostuvo que hay un proyecto de ley para transparentar las acciones del Consejo de Auditorías. Walker pidió además, mirar el vaso medio lleno.

Sin embargo, el vicepresidente de la Cámara, Patricio Vallespín, dijo que no hay opacidad en las acciones de los Comité de Asignaciones Parlamentarias y el Consejo de Auditorías, y descartó aplicar estándares como los que aplica la Contraloría para el desarrollo de sus investigaciones. Dijo que ellos se comparan con otros Parlamentos y no con el órgano contralor.

Hernán Larraín, presidente de la Comisión de Ética del Senado, órgano que no registra en actas sus deliberaciones; aseguró que las medidas anunciadas por la probidad y la transparencia del parlamento, se busca que la gente tenga orgullo de las actuaciones del Congreso.