Un Producto Interno Bruto potencial de 3,6% y el cobre con un valor promedio de USD$2.98 la libra serán los parámetros con que el Ministerio de Hacienda deberá elaborar el Presupuesto 2016. La conclusión de los expertos fue lapidaria: los ingresos fiscales serán menores, lo que obligará al Gobierno a utilizar los fondos soberanos.

Un considerable recorte realizó el Comité Consultivo del PIB Tendencial, a la capacidad de crecimiento de la economía local en el mediano y largo plazo. El grupo, compuesto por 17 expertos, ajustó el Producto Interno Bruto potencial, desde un 4,3 a un 3,6 por ciento.

El Comité Consultivo del Precio de Referencia del Cobre también entregó noticias poco alentadoras, ubicando en 2 dólares con 98 centavos el precio promedio de la libra del metal en 2016. El valor es inferior al estimado para este año, de 3 dólares con 7 centavos.

Estos dos parámetros, el PIB tendencial y el precio promedio del cobre, permiten estimar los ingresos fiscales estructurales para 2016, variable clave para la elaboración del Presupuesto del próximo año, cuyo proyecto debe estar en el Congreso antes del 30 de septiembre.

Uno de los integrantes del Comité Consultivo del PIB potencial, el economista Alejandro Alarcón, sostuvo que la señal es clara: los ingresos estructurales o permanentes van a ser bajos, durante los próximos años.

El aumento del gasto público en el Presupuesto 2016 será bastante inferior al 10 por ciento de este año, estiman varios economistas.

¿Cómo podrá, el Gobierno, obtener recursos sin afectar, estructuralmente, el gasto fiscal?

A juicio del experto Juan Carlos Guajardo, miembro del Comité Consultivo del Precio de Referencia del Cobre, La Moneda deberá recurrir a sus fondos soberanos, específicamente al Fondo de Estabilización Económica y Social que, a junio de este año, totalizó USD$13.998 millones.

El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, ha reiterado que la política fiscal expansivo llegó a su techo y que el aumento del gasto público en 2016, será bastante inferior al de este año.

La apuesta de los economistas es que el incremento del impulso fiscal no será superior al 4,5 por ciento.