Lo que antes se relacionaba con adultos, hoy es un problema de nuevas generaciones: la miopía. No es casualidad que muchas personas necesiten lentes para leer y escribir, incluso para utilizarlos la totalidad de día. Esta condición se ha incrementado los últimos años afectando a más personas.

Según reveló el diario español El País, algunos países de Asia Oriental como China, señalan un 90% de los habitantes afectados por la miopía, producto de las condiciones de vida y genéticas.

En Corea del Sur, el número llega al 96,5% en población joven (menor a 29 años), cifró la Universidad Católica de Corea en Suwon.

Por otra parte, el 41,6% de la población estadounidense padecía de esta condición en 2004, y en España, al menos 25 millones de ciudadanos utilizan lentes de contacto o gafas para ver mejor, y no precisamente para verse hipster.

Una cifra más preocupante, es la señalada por el Instituto para la Visión Brien Holden, en Sidney (Australia), que aseguró en un estudio que al menos un tercio de la población mundial tendría problemas a la visión a final de la década.

¿Genética o ambiental?

Ambas teorías son aceptadas por los estudiosos de la visión, sin embargo el profesor José Manuel Benítez, secretario general de la Sociedad Española de Oftalmología, contó sobre las verdaderas causas de la miopía.

“La miopía se produce cuando el globo ocular es más largo de lo normal. En ese caso, la imagen no se forma en la retina, sino antes, y lo que llega a la retina es una imagen borrosa”, comentó el experto en relación a los factores genéticos. Sin embargo, también validó la teoría ambiental.

El tiempo de exposición a la luz natural en edad de crecimiento también afecta, comentó el doctor.

“En los niños que están en penumbra disminuye la producción de dopamina, un neurotransmisor que producen, entre otras, las células de la retina. Eso ocasiona una debilidad escleral -el esqueleto del ojo-, provocando que este órgano crezca más de lo normal y se vuelva miope”, añadió.

Los niños que pasan el día encerrados estudiando o jugando en el PC, son quienes más posibilidades de padecer miopía. Expertos de la Universidad Estatal de Ohio, en Columbus (EE. UU.), comentaron que “los niños que pasan menos tiempo al aire libre tienen mayor riesgo de padecer miopía”. Certificaron que el aumento de esta anomalía entre los jóvenes asiáticos “está relacionado, posiblemente, con el estudio intensivo y la atención de cerca”.

Tal como indicó el portal, la Academia Americana de Oftalmología reforzó la teoría desde otra arista. “Los estudiantes de áreas de ingresos más bajos utilizan la pizarra para aprender y tienen más dificultad para adquirir libros”, aún así ellos no tienen problemas a la visión como los de ciudad.

¿Tiene cura? Más que una cura o solución, los expertos recomiendan maneras de evitar padecer miopía en la primera etapa de vida. Estos recomiendan que los niños vuelvan -como otras generaciones- a jugar a la calle en donde hay luz natural, y sombra, al menos tres horas al día.