Entre 3.000 y 5.000 ciudadanos de la Unión Europea se han sumado a los islamistas que combaten en países como Siria e Irak, dijo este martes en el parlamento británico el director de Europol, Rob Wainwright.

“Hablamos de 3.000, 5.000 ciudadanos de la UE”, respondió el responsable del organismo coordinador de las policías europeas cuando se le preguntó por la cifra.

Los gobiernos europeos temen que estos yihadistas cometan atentados al volver a sus países, como ocurrió en París con la matanza en la revista Charlie Hebdo, uno de cuyos autores había combatido en Yemen.

Se trata “de un gran número de gente principalmente joven, con el potencial o la intención de regresar y perpetrar atentados como los que se vieron en París la semana pasada”.

Esos atentados propiciaron que algunos políticos británicos y miembros de las agencias de seguridad reclamasen más poderes para intervenir en las comunicaciones, algo que provoca reticencias en los operadores de internet y en las redes sociales.

“Las redes sociales”, dijo Wainwright, “son un instrumento de reclutamiento. No sólo eso, las redes sociales son una herramienta de propaganda”.

“Necesitamos tener una relación más estrecha y productiva entre las fuerzas de seguridad y las empresas tecnológicas”, agregó.