Quince sismógrafos submarinos fueron instalados entre las costas de Arica y Tocopilla para recopilar información sobre la formación de terremotos submarinos e identificar las zonas de ruptura de los últimos sismos, informó la Armada.
Los instrumentos se colocaron a 5.000 metros de profundidad con una separación de entre 20 y 30 kilómetros entre sí, y permanecerán bajo el mar durante un año.
Expertos del Departamento de Geofísica de la Universidad de Chile se encargaron de la instalación de los sismógrafos con la colaboración de profesionales de Instituto de Kiel de Alemania y la Armada de Chile.
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Los quince sismógrafos permitirán incluso obtener imágenes tridimensionales del fondo marino del norte de Chile para el análisis científico y el estudio sismológico del país, que ha sido sacudido por grandes terremotos durante las últimas décadas.
El buque patrullero “Comandante Toro” de la Armada permitió trasladar los equipos y el personal técnico, y apoyó en las maniobras de fondeo para dejar operativos los sismógrafos marinos
