La tensión era palpable este miércoles en Estados Unidos, la víspera del Día de Acción de Gracias y tercera jornada de cólera por la liberación del policía blanco que mató a un joven negro desarmado, en un hecho que reavivó las tensiones raciales en el país y hasta en Londres.

“La vida de los negros cuenta” o “Policías asesinos, fuera de nuestras calles”, gritaban miles de personas durante una manifestación frente a la embajada de Estados Unidos en Londres, para denunciar la decisión de un gran jurado de no imputar al policía blanco Darren Wilson, que mató al joven negro Michael Brown, en un polémico caso en agosto en Ferguson, un suburbio de San Luis (Misuri, centro).

En el marco del Día de Acción de Gracias – una fiesta que reúne cada año a las familias estadounidenses el cuarto jueves de noviembre – los padres de Brown viajaron a Nueva York para asistir a una ceremonia con los familiares de dos recientes víctimas negras de violencia policial.

Junto a ellos estaban los padres de Akay Gurley, un joven negro de 28 años abatido la semana pasada por un policía en Brooklyn (sudeste), y de Eric Garner, de 43 años y muerto el 17 de julio luego de haber sido sometido por la fuerza por varios oficiales blancos tras intentar resistirse en Staten Island (sur).

En San Luis la policía dispersó a manifestantes que querían entrar a la alcaldía y detuvieron a tres personas, según la prensa local. En Ferguson caía nieve, por lo que las protestas podrían disminuir por la noche.

Durante el día, cuatro o cinco hombres hicieron barricadas frente a las ventanas de un garaje de automóviles ubicado cerca de la comisaría de esta ciudad de 21.000 habitantes, en su mayoría negros. 

Llamado a boicot

Varias celebridades, como el magnate del hip hop Russell Simmons, Kat Graham y Jesse Williams llamaron a boicotear el “viernes negro” para protestar por el caso Brown y a “no gastar ni un centavo” (#notonedime).

El ‘viernes negro’ o ‘Black Friday’ es el que sigue al Día de Acción de Gracias, en que los comercios y grandes distribuidores ofrecen importantes descuentos.

Decenas de miles de personas se manifestaron en 170 ciudades de Estados Unidos el martes por la noche, con más de 180 detenidos en Los Ángeles por haber cortado una autopista.

Es raro que las protestas por una causa alcancen tantas ciudades en Estados Unidos, lo que demuestra la profundidad del trauma provocado por la muerte de Brown. 

Al caso de Brown se suma la indignación por la muerte de un niño negro de 12 años, abatido el fin de semana por un policía cuando manipulaba un arma de juguete en Cleveland (Ohio, norte), donde también se realizaron marchas para pedir justicia. 

“No creo ni una palabra”

El presidente Barack Obama, quien en varias ocasiones reiteró sus llamados a la calma, reconoció que el problema va mucho más allá de Ferguson. “Existe una profunda desconfianza entre las fuerzas del orden y las comunidades de color en demasiadas regiones”, dijo.

La rabia de los manifestantes creció aún más con las primeras entrevistas al policía Wilson. El agente afirmó que fue atacado por la víctima y que tiene “la conciencia tranquila” de haber hecho lo correcto. 

Los padres del joven acusan a Wilson de manchar la memoria de su hijo.

“En primer lugar, mi hijo respetaba a las fuerzas del orden. Y luego, ¿qué persona en sus cabales se atrevería a atacar a un agente de policía que tiene su arma en la mano?”, se preguntó el padre de Michael Brown, quien lleva el mismo nombre, en NBC.

El caso Brown

La muerte de Brown ocurrió el 9 de agosto cuando Wilson, que hacía un recorrido habitual en su patrulla por Ferguson, lo consideró sospechoso de un robo que se había denunciado en la zona.

Brown caminaba en el medio de la calle con un amigo. Desde su auto, el policía hizo los primeros dos disparos, y luego se bajó para perseguir a Brown, quien siguió de largo. El policía hizo entonces otros diez disparos.

Algunos testigos dijeron que Brown levantó los brazos, aunque el jurado escuchó otros testimonios que aseguraban que tenía sus manos pegadas al cuerpo cuando cayó abatido.

Tras la decisión de liberar a Wilson, Ferguson cuenta ahora con 2.200 efectivos de la Guardia Nacional -fuerza conformada por militares de la reserva y que se utiliza para contener emergencias- para ayudar a la policía a controlar los actos de violencia.

Mientras, una comisión del Senado organizará una audiencia sobre la situación de los derechos cívicos en Estados Unidos el 9 de diciembre, y la justicia federal sigue adelante con una investigación independiente para saber si el policía violó los derechos cívicos de Brown.