Rusia anunció este lunes la apertura de una investigación penal por el “genocidio” de las poblaciones rusohablantes en el este de Ucrania, donde el uso de armas pesadas provocó, según la Comisión de Investigación rusa, la muerte de al menos 2.500 personas.

“La Comisión de Investigación abrió un procedimiento penal por genocidio de la población rusohablante residente en el territorio de las repúblicas populares de Lugansk y Donetsk”, los dos principales bastiones separatistas en el este de Ucrania, declaró en un comunicado el portavoz de la institución, Vladimir Markin.

“Personas sin identificar en el seno del mando político y militar de Ucrania, de las fuerzas armadas ucranianas, de la Guardia Nacional y del Pravy Sektor [formación paramilitar ultranacionalista ucraniana] ordenaron la aniquilación total de los ciudadanos rusohablantes” del este, añadió.

Según Markin, el uso de armas pesadas y de la aviación provocó la muerte de al menos 2.500 personas y la destrucción de más de 500 edificios civiles en las regiones de Donetsk y Lugansk en los más de cinco meses de conflicto entre las fuerzas ucranianas y los separatistas prorrusos.

La Comisión de Investigación rusa es el principal organismo encargado de las investigaciones penales en Rusia y no cuenta con jurisdicción fuera del territorio ruso.

Según Naciones Unidas, el conflicto en el este de Ucrania dejó más de 3.200 muertos y provocó el éxodo de más de 600.000 civiles. El ejército ucraniano y los separatistas utilizan armas pesadas, incluso estos últimos días a pesar de una tregua decretada a principios de septiembre.