Estados Unidos anunció este jueves la creación de la mayor reserva marina en el Pacífico, donde la pesca comercial y la exploración energética están fuera de control.

La medida sextuplica el tamaño actual del Monumento nacional marino de las islas remotas del Pacífico, al oeste de Hawai y el noreste de Australia.

“Estamos hablando de un área del océano que es cerca del doble del tamaño de Texas, y que estará protegida indefinidamente contra la pesca comercial y otras actividades de explotación de recursos, como la minería en el fondo del mar”, dijo el secretario de Estado John Kerry.

El expresidente George W. Bush declaró esa área monumento nacional en 2009, y un decreto ejecutivo del presidente Barack Obama amplía el espacio protegido.

El área total protegida es de 1,27 millones de kilómetros cuadrados alrededor de las islas de Wake y Jarvis y el atolón Johnston.

“Esta es la abuela de todas las áreas marinas protegidas en el mundo”, dijo Jackie Savitz, vicepresidente de océanos de Estados Unidos en la asociación protectora Oceana.

El objetivo de la medida es proteger la topografía submarina que constituye el hábitat de especies que sufren de caza indiscriminada como el atún, las tortuga marina, la mantarraya y el tiburón y permitirles reproducirse.

Además de proteger esta área, poblada de arrecifes de coral en peligro y cuyas aguas tienen un alto grado de acidificación, permitirá a los científicos utilizarla como referencia en investigaciones mundiales sobre el cambio climático.