El apoyo a la organización Estado Islámico (EI) y el número de combatientes yihadistas aumentaron tras el comienzo de los ataques aéreos estadounidenses en Irak, concluyeron altos responsables de la inteligencia estadounidense.

En declaraciones ante la comisión de seguridad interior de la Cámara de Representantes, cuando el ejército estadounidense se dispone a ampliar sus ataques aéreos contra el EI en Siria, el jefe del FBI, James Comey, se refirió “al creciente apoyo en internet” que recibe el grupo yihadista “desde el comienzo de los ataques estadounidenses en Irak” el 8 de agosto.

Gracias a su “uso extenso de las redes sociales”, el EI “se muestra determinado a instigar el miedo y atraer nuevos reclutas”, añadió basándose en datos obtenidos de agencias estadounidenses de inteligencia.

Estiman que la cantidad de combatientes yihadistas en Siria e Irak se sitúa entre 20.000 y 31.000 hombres, precisó Matthew Olsen, director del Centro Nacional Antiterrorista de Estados Unidos.

Con ingresos de un millón de dólares por día procedentes del mercado negro del petróleo o el pago de rescates, el grupo yihadista implementó una “propaganda muy sofisticada”, “que sobrepasa” la de otras organizaciones y es susceptible de tener un “impacto sobre el reclutamiento”, añadió Olsen.

“Estimamos que las fuerzas del EI aumentaron, producto de una mejor información pero también de un reclutamiento más importante este verano (boreal), después de varias victorias en el terreno y de su proclamación como califato”, a lo que se suman los recientes e impopulares ataques estadounidenses en Irak.

Desde el 8 de agosto, las fuerzas estadounidenses lanzaron 174 ofensivas contra los yihadistas en Irak, incluso cerca de Bagdad. Estados Unidos quiere ahora apuntar contra los “santuarios” del grupo extremista en Siria, según la Casa Blanca.

Siria se convirtió en el “principal lugar de reclutamiento” de los extremistas, advirtió el jefe de la lucha antiterrorista estadounidense.

Además, “el flujo de más de 15.000 combatientes extranjeros en Siria, con un acceso variado desde Europa y Estados Unidos, incrementa nuestra inquietud”, añadió Olsen.

“Estos individuos podrían acabar por regresar a su país de origen endurecidos, radicalizados y determinados a atacarnos”.

Más rehenes

El secretario de Seguridad Interior, Jeh Johnson, estimó en más de 2.000 el número de combatientes occidentales que han viajado a Siria.

“Estamos preocupados por que estos combatientes extranjeros no sólo se sumen al EI y a otras organizaciones violentas en Siria, sino que sean igualmente reclutados por grupos extremistas para abandonar Siria y llevar a cabo ataques en el exterior”, declaró ante la misma comisión.

“El EI lucha para convertirse en la organización terrorista más importante en la escena mundial”, advirtió.

Sin embargo, “no es posible convertirse en líder sin atacar Estados Unidos”, añadió Johnson.

Tras la ejecución por decapitación de dos rehenes estadounidenses y de un tercero británico, Comey valoró que este grupo “y otras organizaciones terroristas extranjeras podrían continuar buscando y reteniendo a rehenes estadounidenses para obligar al gobierno estadounidense a hacer concesiones que no harían sino reforzar al EI y sus futuras operaciones terroristas”, dijo.

Sin embargo, los servicios de inteligencia no disponen de “ninguna información que demuestre que el EI prepara un ataque en Estados Unidos”, insistió Olsen.