El grupo informal de países más industrializados del G7 decidió este lunes suspender su participación en la cumbre del G8 que organizaba Rusia en Sochi aislando un poco más a Moscú por la crisis en Ucrania.

El presidente estadounidense Barack Obama había reunido este lunes en La Haya a sus aliados Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia y Japón al margen de la tercera cumbre de seguridad nuclear (NSS).

En un comunicado final, el G7 anunció la suspensión de su participación en la cumbre de Sochi, que debía llevarse a cabo en junio, y reemplazarla por una reunión en Bruselas sin la participación de Rusia.

Rusia “tiene obligaciones internacionales y responsabilidades”, sostienen los mandatarios del G7 que le recuerdan además a Moscú que este grupo informal nació “por las convicciones y las responsabilidades compartidas”.

“Las acciones de Rusia de las últimas semanas no concuerdan con ellas. Ante estas circunstancias no participaremos en la cumbre de Sochi”, añadieron.

De esta forma, los mandatarios de los países más industrializados ponen al margen a Rusia de este club informal en el que participaba desde 1998, por haber anexionado la península de Crimea.

“No es una gran tragedia”

Poco antes, en una conferencia de prensa, el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, dijo que la suspensión de Rusia de su participación en estas reuniones “no es una gran tragedia”.

“Si nuestros socios occidentales piensan que este formato [de reunión] ya no tiene razón de ser, entonces que así sea”, dijo Lavrov.

“El G8 es un club informal [...], para nosotros no es una gran tragedia si no se reúne”, añadió Lavrov tras el primer encuentro con su homólogo interino ucraniano, Andrii Deshchytsia.

Por la mañana, Lavrov se reunió con el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, indicó la portavoz del Departamento de Estado, Marie Harf.

Durante la reunión, Kerry reiteró la preocupación de Estados Unidos por el despliegue de tropas rusas en la frontera de Ucrania, así como el trato dado a los militares ucranianos de los que muchos “permanecen desaparecidos”.

Kerry recordó asimismo a Lavrov, según Harf, que Obama firmó una orden ejecutiva que “otorga flexibilidad para sancionar industrias específicas si Rusia continúa dando pasos hacia la escalada”.

El presidente Obama había advertido esta mañana al llegar a Holanda que Washington y Europa “están unidos en su apoyo al gobierno y el pueblo de Ucrania, y están unidos para hacerle pagar a Rusia el costo de sus acciones”.

Energía, bancos y armas

En el comunicado, el G7 advirtió asimismo a Moscú que están “listos para intensificar las respuestas, incluidas con sanciones sectoriales coordinadas (…) si Rusia continúa alimentando la escalada”.

“Los caminos para desescalar la situación permanecen abiertos, y alentamos al gobierno ruso a tomarlos”, indicó el comunicado.

Durante su encuentro los líderes del G7 discutieron sobre los sectores en los que debían concentrarse para reducir la dependencia de Rusia y castigar a Moscú por su política.

“Creo que hay un acuerdo sobre cuáles son los sectores en los que debemos concentrarnos. Estos son la energía, el sector financiero y bancaria así como el sector del armamento”, indicó un responsable estadounidense.

El G7 analiza adoptar “sanciones sectoriales” lo que tendría consecuencias para Rusia pero también para la economía global.

“Todos reconocen que hay un costo asociado a estas acciones”, sostuvo esta fuente que añadió no obstante que “el costo es mucho más importante para los rusos, que tienen mucho más que perder”.

“Por lo tanto poner las sanciones sectoriales en la mesa envía a Rusia un mensaje”, finalizó.

Estados Unidos y la Unión Europea (UE) ya impusieron sanciones a responsables rusos y ucranianos prorrusos por fomentar y organizar el referéndum secesionista en Crimea así como su anexión a la Federación de Rusia con el objetivo de incitar a Moscú a desecalar la situación.

Kiev evacúa sus tropas

En los últimos días, las fuerzas rusas y prorrusas tomaron sin pelear casi todas las bases militares ucranianas en Crimea, la última de ellas la de Feodosia, este lunes al amanecer.

Poco después, las autoridades de Kiev ordenaron la retirada de sus tropas de Crimea, y el viceprimer ministro de la península, Rustam Temirgaliev, no tardó en proclamar que Ucrania ya no tiene más tropas leales en el territorio.

Por la tarde, fuerzas rusas atacaron en un lago del oeste de Crimea uno de los pocos buques de la Marina de guerra ucraniana que aún no había caído bajo control de Moscú, el “Kostantin Olshanski”.

Con estos últimos movimientos Moscú consolida su toma de control de la península, que formó parte de Rusia hasta 1954. En una visita muy significativa, el ministro ruso de Defensa, Serguei Shoigu, llegó este lunes Crimea, donde ya ha empezado a circular oficialmente el rublo.

Esta situación deja “muy inquieto” a Estados Unidos, indicó este lunes el consejero adjunto de seguridad nacional de Obama, Ben Rhodes, agregando que Washington los “observa muy de cerca”.

Según la OTAN, Moscú ha desplegado fuerzas “muy importantes” cerca de la frontera oriental de Ucrania, y Kiev dijo el domingo que teme una invasión.