Como “irresponsables y negligentes” calificó el alcalde de Arauco a la falta de premura del Serviu para entregar la documentación que permita recepcionar la construcción de viviendas en Llico a la brevedad. Se trata de 80 familias damnificadas que todavía esperan una casa de reconstrucción.

Cuatro años esperando llevan 80 familias de la caleta Llico, en Arauco, a una solución habitacional para terminar con la situación de damnificados en que los dejó el terremoto y tsunami del 2010.

Los habitantes del lugar alegan que los plazos se han ido corriendo, desde el 27 de febrero del 2013, a junio, agosto, octubre, diciembre, enero, el 6 de marzo… pero nada pasó.

El dirigente del Comité de Damnificados de Llico, Cipriano Orellana, fue enfático en que esto es una falta de respeto a la gente y no permitirán pasar otro invierno sin sus viviendas.

La construcción no ha estado exenta de complicaciones, y un informe de Contraloría del 15 de noviembre 2013 determina que no se respetó por parte de las empresas de urbanización y construcción de viviendas la paralización de faenas que había dispuesto la Municipalidad.

El informe del órgano contralor expuso que no era posible determinar el cumplimiento de valores de compactación exigidos, y además que las calzadas estaba reventadas y en condiciones intransitables.

El alcalde de Arauco, Mauricio Alarcón, acusó toda la responsabilidad en la demora al Serviu, que recién este jueves ingresó la documentación para la recepción que debe visar la Dirección de Obras Municipales.

Todos los actores coinciden en que los vecinos damnificados de Llico no merecen este trato y que el Servicio de Vivienda y Urbanismo les debe una explicación.