Una política permanente por parte del Estado es lo que a juicio del gerente general de la Feria Ganadera de Osorno (Fegosa), Harry Jurgensen, se necesita para dar estabilidad al contexto que generará la donación de miles de cabezas de ganado por parte de Manuka S.A. a pequeños y medianos agricultores de la zona, como forma de superar en algo las críticas recibidas tras salir a la luz pública el maltrato animal bajo el cual eran sometidos los terneros marginados de la cadena productiva de la leche.

Y es que según el ex consejero regional, el que más de siete mil crías vacunas sean sacrificadas demuestra que es un mal negocio, cuestión que no debe ser traspasada a quienes forman parte de la agricultura familiar campesina, sin que sea acompañada de asistencia técnica y recursos para afrontar sus altos costos.

Por lo que enfatizó en que la intervención del Estado se hace más que necesaria, con aportes millonarios a nivel regional para darle proyección en el tiempo a un tipo productivo que hasta la fecha sólo ha visto pérdidas.

Y es que aseguró que de tomarse tal camino es la agroganadería la que gana, pero también la economía regional y nacional, al generarse un nuevo modelo de negocio para la economía familiar campesina, que redoblará a través del IVA lo invertido por el Estado.

Jurgensen enfatizó en que si se subsidia la crianza de los terneros, el Estado tendrá un retorno del doble de su inversión, por lo que es necesario una política permanente al respecto, que aproveche las actuales condiciones del mercado ganadero, caracterizada por un bajo valor de los terneros, pero con un alto costo de crianza.