La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, sufrió un esguince de tobillo en Roma antes de su reunión este lunes con el papa Francisco en el Vaticano, informaron fuentes oficiales argentinas.

La presidenta llegó con unos 15 minutos de retraso y una bota ortopédica tras sufrir un “esguince del tobillo izquierdo”, informó Marcelo Ballesteros, médico oficial de la presidencia.

“La presidenta sufrió una torcedura del tobillo mientras caminaba por su habitación del hotel en Roma. Fue sometida a una resonancia magnética en el hospital Umberto I que estableció que sufrió un esguince del tobillo izquierdo. Fue inmovilizado con una férula”, precisó la misma fuente.

Fernández, que caminaba con dificultad debido a la bota ortopédica, se excusó con el pontífice por el atraso debido al accidente sufrido.

La presidenta se sometió a mediados de febrero a estudios médicos después de haber sido operada cuatro meses antes por un hematoma craneal. Los resultados fueron satisfactorios, según se informó oficialmente.

La presidenta Fernández va a almorzar con el pontífice en la residencia de Santa Marta, dentro del Vaticano, en un gesto más de aproximación entre el gobierno argentino y la jerarquía eclasiástica, con la que hubo roces durante el arzobispado del entonces cardenal Jorge Bergoglio en Buenos Aires.

Se trata de la tercera vez que se reúnen ambos, después del encuentro el 19 de marzo del 2013, cuando Jorge Bergoglio asumió como pontífice y durante la visita papal en julio a Río de Janeiro, Brasil, con ocasión de la Jornada Mundial de la Juventud.