El presidente peruano, Ollanta Humala, exhortó el martes al gobierno de Venezuela y a las fuerzas políticas de ese país a actuar con calma y a dialogar para resolver sus diferencias y que “prevalezca” la democracia, en un pronunciamiento enviado desde Israel donde cumple una gira.

“Invoco al Gobierno de Venezuela, a sus autoridades, a sus fuerzas políticas y a sus ciudadanos, a realizar el máximo esfuerzo para que la democracia y el respeto a los derechos de todas las personas, cualquiera sea su posición política, prevalezca”, señaló Humala en el mensaje.

El mandatario peruano señaló que ante “la tensa situación política que vive Venezuela en las últimas horas, en nombre del Gobierno peruano me permito hacer un llamado a la calma y al diálogo”.

“Defendamos el clima de paz, porque solo en paz podemos consolidar nuestras democracias, construir prosperidad y desarrollo para nuestros pueblos”, acotó Humala que había recibido críticas en Perú por exhibir una posición considerada “tibia” hacia el régimen del presidente Nicolás Maduro.

El gobierno peruano ya había expresado el domingo pasado su preocupación por la situación de violencia en Venezuela y lanzó incluso un llamado al diálogo entre el gobierno y la oposición venezolana.

En Venezuela, el líder opositor venezolano prófugo Leopoldo López se entregó este martes a la policía, en una jornada marcada por manifestaciones pacíficas, a favor y en contra del gobierno, tras dos semanas de protestas estudiantiles y violentos desbordes que dejaron tres muertos la semana pasada.

Maduro por su lado criticó con dureza a los presidentes de Chile, Sebastìan Piñera, y de Colombia, Juan Manuel Santos acusándolos de inmiscuirse en asuntos internos venezolanos, por haberse referido a la situación de Venezuela. “¡Ya basta carajo!. ¡Ya basta de que se metan en los asuntos interno de nuestra patria!”, dijo durante un acto de respaldo a su gestión.

La tensión por las marchas puso a Venezuela en el punto de mira de la comunidad internacional y varios gobernantes apoyaron a Maduro, mientras organizaciones internacionales como Celac y Unasur y países como México y Panamá exhortaron a resolver las diferencias mediante el diálogo.