Tomados de la mano, besándose o agitando banderas del arco iris y pancartas, unos 300 activistas en favor de la diversidad sexual presentaron este viernes una iniciativa de matrimonio igualitario al Parlamento de Venezuela, donde media docena de propuestas similares ya fracasaron en un entorno fuertemente machista.

“Llevamos más de 21.000 firmas de apoyo a la iniciativa, cumplimos con lo que marca la Constitución (para proponer reformas legales). Somos 47 organizaciones de todos los colores políticos”, comentó el presidente de Venezuela Igualitaria, Giovanni Piermattei.

La propuesta se centra en una reforma al artículo 44 del código civil para que el matrimonio sea enunciado como “la unión de dos personas sin distinción de sexo”, añade Piermattei en el exterior de la Asamblea Nacional, mientras sigue sumando firmas a la iniciativa.

Este activista se declara “muy optimista” de que la iniciativa, apoyada por numerosas organizaciones sociales agrupadas en el chavista Gran Polo Patriótico, finalmente progrese luego del fracaso de una media docena de propuestas.

A la iniciativa se han sumado al menos cuatro diputados oficialistas, dos gobernadores -también del partido en el poder-, además de dos miembros del gobierno y la defensoría del pueblo.

En contraste, César Sequera, otro promotor de la reforma -que asegura ser sacerdote anglicano- y que oficia en un grupo sexodiverso, ve aún lejano el matrimonio igualitario.

Machismo más fundamentalismo

“Dentro de la Asamblea Nacional hay sectores fundamentalistas, tanto políticos como religioso-evangélicos. Habrá que hacer una radiografía para conocer quiénes realmente la apoyarían (la reforma). Al menos esperamos que se dé un debate serio”, explicó Sequera, al lamentar que la diversidad sexual haya sido utilizada incluso como “insulto” político.

El mandatario Nicolás Maduro ha usado en al menos dos ocasiones expresiones homofóbicas para descalificar a opositores.

“El presidente pidió disculpas, dijo que un revolucionario socialista no podía ser homofóbico, pero creo (que) no fue contundente, veo en él miedo y resistencia”, comentó Sequera.

Para el doctor en sociología Gregorio Castro, el matrimonio igualitario es “un tema tabú que la gente prefiere no discutir” y observa en la clase política venezolana “un fuerte rechazo a la homosexualidad”.

“Aunque el país sigue siendo de mayoría católica, hay un importante avance de iglesias evangelistas que tienen un rechazo mayor a estos temas, y todo se vincula con una cultura particularmente machista”, añadió Castro.

Tamara Adrián, abogada transexual identificada con la oposición y que mantiene una querella legal para que se reconozca su identidad femenina, sostuvo esta semana que el partido opositor Primero Justicia se sumará a la iniciativa de matrimonio igualitario.

“El Psuv aprobó el ‘Plan de la Patria’, que incluye la obligación de discutir el tema de iguales derechos para las lesbianas, homosexuales y personas trans. Los retamos a que ahora lo cumplan”, comentó Adrián.

El “Plan de la Patria” es un programa del fallecido ex presidente Hugo Chávez (1999-2013), elevado a rango constitucional por el oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) en 2013, con fuerte resistencia de la oposición.

José Ramón Merentes, que se casó en Buenos Aires con su pareja desde hace 18 años, es otro activista que acaricia el sueño de que en Venezuela dos personas del mismo sexo contraigan matrimonio como ocurre en Ciudad de México, Uruguay, Argentina, Brasil y Colombia.

“Venezuela se jacta de tener una de las constituciones más modernas en defensa de derechos humanos, cuando en realidad no se reconocen los derechos de todos. A los homosexuales nos reconocen sólo en lo individual, como si fuéramos incapaces de enamorarnos, comprometernos y formar una familia”, lamenta Merentes.