Los Boy Scouts de Estados Unidos se aprestan a recibir el año nuevo con un gran cambio que los pondrá a tono con la evolución vivida en 2013 en todo el país: a partir de mañana 1 de enero de 2014 admitirán en sus filas a jóvenes abiertamente homosexuales.

Se trata de una decisión que la asociación que agrupa a los Scouts no tomó a la ligera, más bien al contrario: durante meses debatió los pros y los contras en medio de fuertes presiones mediáticas y de los grupos religiosos que apoyan local y nacionalmente a las organizaciones scout de todo el país.

Finalmente, en una reunión de los 1.400 miembros del consejo nacional a finales de mayo, se dio el paso aplaudido por las organizaciones de defensa de los derechos de los homosexuales pero rechazado por algunos grupos religiosos, si bien la mayoría ha mantenido su respaldo tras la decisión, según medios locales.

El cambio se producirá sin grandes ceremonias ni aspavientos, tal como ha dejado claro la propia asociación.

Será una “transición tranquila” en la que “no se esperan grandes cambios en el programa de escultismo”, dijeron los Boy Scouts a la cadena ABC.

De todos modos, la apertura no va tan lejos como algunos hubieran deseado. Y es que si bien se permitirá la membresía de jóvenes declaradamente homosexuales, este paso no se extiende a los monitores, la próxima batalla declarada por los grupos en defensa de los derechos gay.

Aun así, la decisión del movimiento scout de aceptar a jóvenes gay tiene un gran significado por la implantación de este movimiento que cuenta con más de 2,7 millones de miembros y que tiene un bastión en las diversas iglesias del país que les proporcionan ayuda material y logística.

Es por tanto una muestra de lo mucho que ha avanzado Estados Unidos en derechos de los homosexuales, una materia en la que 2013 fue un año clave gracias sobre todo a la decisión de la Corte Suprema de declarar inconstitucional la DOMA, una ley que al declarar el matrimonio como una unión entre un hombre y una mujer impedía que las parejas del mismo sexo recibieran los beneficios estatales al igual que las heterosexuales.

Poco después del fallo judicial, tanto el Departamento de Estado como el de Defensa -que dos años atrás ya revocó la ley “No preguntes, no cuentes” que impedía a un militar declararse abiertamente gay- ampliaron los beneficios federales a las parejas del mismo sexo, que ahora pueden contraer matrimonio en casi dos decenas de estados del país, incluido el ultraconservador Utah, sede del poderoso movimiento mormón.

La homosexualidad dejó incluso de ser tabú en el mundo del deporte, donde varios atletas salieron del armario este año, mientras que para los Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi, el presidente, Barack Obama, enviará a una representación con reconocidos atletas homosexuales, como la ex tenista Billie Jean King, en respuesta a las leyes antihomosexuales de Rusia.

Algunos grupos que luchan por la total igualdad de los gays en el movimiento Scout -tan influyente en la infancia de muchos jóvenes en todo el mundo- han prometido que en 2014 tratarán de extender la tolerancia hacia los monitores y otros adultos que conforman el escultismo.

Para ello podrían contar con un aliado en Robert Gates, el ex secretario de Defensa bajo cuyo mandato se revocó la “no preguntes, no cuentes” y que pasará este año que ahora comienza a dirigir el movimiento scout estadounidense.