El fútbol español está en el punto de mira de la Unión Europea (UE), donde equipos como Real Madrid y Barcelona podrían enfrentarse mañana a un proceso que amenaza con conducir a duras sanciones económicas.

La sospecha de que siete clubes españoles, entre ellos los dos gigantes europeos, se han beneficiado de ayudas públicas ilegales situó además al comisario de la Competencia, el español Joaquín Almunia, en una delicada situación.

El dirigente fue objeto de críticas por parte de la defensora del pueblo europeo, Emily O’Reilly, que puso en duda su imparcialidad al ser socio y aficionado reconocido del Athletic de Bilbao, uno de los equipos implicados.

“Desde que se elevó la queja, la Comisión Europea tardó cuatro años en pasar a los hechos”, señaló O’Reilly. “A la vista del estrecho vínculo del comisario con uno de los clubes afectados surge para el público europeo la impresión de que existe un conflicto de intereses”.

El español respondió hoy a través de un portavoz: “El comisario europeo Almunia considera la acusación de conflicto de intereses como absolutamente inaceptable”.

El gobierno español, por su parte, rechazó toda sospecha de que los clubes españoles hayan obtenido ventajas competitivas a través de ayudas estatales ilegales.

“En ninguno de los puntos mencionados hay violaciones del derecho comunitario”, dijo el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, que fue quien reveló el lunes la intención de la UE de abrir un expediente sancionador.

“Lo que me preocupa es el daño a la imagen que puede producirse a los clubes españoles con el proceso”, agregó.

Real Madrid y Barcelona son envidiados y criticados por la competencia en otros países, con especial fuerza en Alemania, por las enormes cifras que pueden pagar en traspasos y salarios de estrellas como Cristiano Ronaldo, Gareth Bale o Neymar.

La UE quiere averiguar ahora si los clubes del país del campeón mundial y europeo recibieron inyecciones financieras indirectas del Estado que les concedieron ventajas competitivas.

Si Bruselas ve confirmada la sospecha, las autoridades europeas podrían exigir que los clubes devolvieran las ayudas ilegales, una cifra que nadie se atreve a estimar pero que se adivina millonaria.

Además de los dos gigantes del fútbol español, también están afectados por la amenaza de expediente Athletic de Bilbao, Osasuna, Valencia, Elche y Hércules.