La selección yugoslava, que uniría fuerzas de países como Serbia, Montenegro, Bosnia, Eslovenia, Croacia y Macedonia, aunaría una conjugación de estrellas que cualquier selección quisiera tener y que cualquier técnico quisiera alinear.

Entre sus filas, poseería a jugadores del Manchester United, Manchester City, Inter de Milán, Juventus, Chelsea e incluso del Real Madrid, tal como lo ostentan potencias como Brasil, Alemania o Argentina.

Si se pensara formar ofensivamente a Yugoslavia, con una formación 3-4-3, los probables elegidos serían: Handanovic (Eslovenia-Inter de Milán); Kolarov (Serbio-M. City), Vidic (Serbio-M. United), Ivanovic (Serbio-Chelsea); Pjanic (Bosnia-Roma), Rakitic (Croacia-Sevilla), Modric (Croacia-Real Madrid), Krasic (Serbia-Bastia); Pandev (Macedonia-Napoli), Dzeko (Bosnia-M. City), Vucinic (Montenegro-Juventus).

Incluso, esta selección tendría una banca de lujo, con jugadores como Mandzukic (Croacia-Bayern Münich), Subotic (Serbia-Borussia Dortmund) o Jovetic (Montenegro-M. City).

Sin embargo, cabe señalar que para Brasil 2014 sólo clasificó Bosnia-Herzegovina. Imagínese si la Guerra de Los Balcanes no hubiese dividido al país el año 1992, de seguro, la historia y el mapa futbolístico actual sería otro.