Danza y performace, una escenografía notable, una actriz bailarina (Annabelle Chambon) de un manejo y expresión corporal envidiable y un buen número de imágenes que, de seguro, quedarán por largo tiempo en nuestra memori

Preparatio Mortis, Jan Fabre (c)

Preparatio Mortis, Jan Fabre (c)

[caption id="attachment_1495197" align="alignnone" width="730" caption="Preparatio Mortis, Jan Fabre (c)"]Preparatio Mortis, Jan Fabre (c)[/caption]a.

Preparatio Mortis, del belga Jan Fabre, no es una obra fácil, o al menos sale de lejos de lo común. Baste decir que parte con largos minutos en una total oscuridad, sólo con una música contemporánea (del compositor y organista Bernard Foccroulle, antiguo director de ópera en Munt/La Monnaie, Bruselas, y actual director del Festival de Aix-en-Provence, Francia) que, a nuestro juicio, apela a la muerte; que en escena hay sólo una bailarina y unas 10.000 flores y un gran cajón –o sarcófago- de vidrio para mantener la atención, el suspenso y la tensión durante casi una hora sin decaer.

Es fuerte, provocadora, puede incomodar (no faltaron las risas en una obra que posiblemente no las amerite, que no las busque y que claramente no las necesita), es posible que a algunos no les guste. Pero es muy difícil que no impacte por su puesta en escena, su escenografía, por la destreza de Annabelle Chambon y el manejo estético, por esa verdadera sucesión de imágenes que bien nos gustaría retener, mirar con detención, disfrutar con tiempo.

“El cuerpo es como una caja de pinturas increíble, un laboratorio, un campo de batalla”, asegura el artista y coreógrafo belga Jan Fabre, y lo demuestra en esta obra.

Un punto negro o gris al menos: en la primera función había aproximadamente un 15 % de las butacas vacías… en una obra que merece más funciones y un lleno total.

Hoy –domingo 13 de octubre- es la segunda y última función, a las 20:00 horas. en el GAM. Y si quedan entradas, hay que aprovecharlas.

Recomendada para mayores de 14 años

Valores: $12.000 y $7.000