El secretario de la Marina estadounidense, Ray Mabus, ordenó el martes una revisión de la seguridad en todas las instalaciones de la Armada y el Cuerpo de Marines, anunció un funcionario de la institución un día después del tiroteo en una base en Washington.

La decisión fue adoptada luego de que el ex reservista naval Aaron Alexis abriera fuego el lunes en un complejo de oficinas dentro de la base Navy Yard de Washington, donde trabajaba, causando la muerte de 12 personas antes de ser abatido por la Policía.

La Marina pretende ahora realizar dos “revisiones físicas de seguridad” en las bases de la institución.

Un auditoría inicial tiene por objetivo “garantizar que las normas de seguridad vigentes en la actualidad se mantienen”, dijo un responsable de la institución en un correo electrónico enviado a la AFP.

La segunda revisión es una “auditoría de seguridad más amplia para garantizar que normas de seguridad adecuadas sean aplicadas”, dijo sin dar más detalles.

Ambas instancias conciernen a las instalaciones situadas en territorio estadounidense, afirmó Mabus en su cuenta de Twitter.

Una fuerte controversia surgió temprano este martes con la revelación de un informe de la Inspección General del Pentágono que está en curso y apunta a fallos en los controles para el acceso a las instalaciones de la Marina, debido a los recortes presupuestarios vigentes.

Ese informe fue revelado por la revista Time y su tenor fue confirmado a la AFP por un alto responsable del Pentágono.

El documento indica que la Marina obvió controles de seguridad en varias bases para realizar ahorros en sus partidas.

Se destaca en el documento que, de 10 instalaciones estudiadas, en siete de ellas, incluida la Navy Yard, “la Marina no pudo disponer de los recursos y medios adecuados para verificar eficazmente los antecedentes de los subcontratistas externos”.

También se señala que 52 personas condenadas se beneficiaron de una autorización de seguridad para trabajar en estas instalaciones, según el alto funcionario del Pentágono.