Un primer resultado de la encuesta realizada por el Centro de Estudios Sociales y Opinión Pública (Cesop) de la Universidad Central muestra que los padres modernos exhiben como rasgos predominantes que tienen menos tiempo para compartir con sus hijos (29.3%) y ser despreocupados con lo que hacen sus hijos (26%).

Sólo un 21% consideró que son colaboradores en la crianza de los hijos.

El director del Centro de Atención Psicológica de la Universidad Central, Fernando Urra, sostuvo que “a pesar de la creencia de que los padres han cambiado y hoy son más comprometidos con los quehaceres del hogar y la crianza de los hijos, en la vida cotidiana este rol se ve dificultado por la absorción del trabajo y el tiempo que los padres permanecen fuera de casa”.

Respecto de la función principal que ostenta el padre en la familia, un 28% destacó que era quien imponía autoridad; y un 24% se inclinó por privilegiar el rol de orientador de los hijos.

Puntuaciones similares, próximas al 18%, relevan el rol de proveedor y el de resolver conflictos.

Urra manifestó que estos resultados muestran que “coexisten dos conceptos de familia: la clásica que asigna a los padres una función tradicional de proveer e imponer autoridad, con una concepción moderna en que los padres procuran desarrollar una función más afectiva y cercana con sus hijos”.

Con todo, la mayoría (57%) considera que la relación que han tenido con sus padres es buena o excelente, siendo más acentuada esta valoración en los encuestados mayores de 50 años.

“A mayor edad la evaluación de la relación filial paterna mejora porque se decantan los aspectos positivos, reforzado por el hecho que a esa edad, la mayoría ha desarrollado este rol también”, afirmó el académico de la U. Central.

Un porcentaje similar del 57% califica la crianza recibida por sus padres con nota 6 a 7, registrándose que las mujeres califican mejor a sus padres que los varones.