Un joven de nacionalidad belga que combatía junto a un grupo islamista en Siria falleció, mientras que su hermano, que también combatía en el país en guerra, fue arrestado al regresar a Bélgica, informó el lunes la prensa de ese país.

Desde hace varios meses, las autoridades belgas y grupos islámicos han expresado su preocupación ante un número creciente de jóvenes que dejan Bélgica para ir a combatir contra el régimen de Bashar al Asad en Siria. Se sospecha que algunos de estos jóvenes habrían cometido crímenes de guerra.

Tarik Taketlune, un mecánico de 20 años que vivía en Vilvorde, un suburbio de Bruselas, murió de un disparo en la cabeza el viernes cuando dormía en una casa cerca de Alepo, informó el diario Het Nieuwsbald, citando al padre del joven.

Según este último, Taketlune fue asesinado por uno de sus compañeros de combate, después de que expresara su deseo de regresar a Bélgica.

La casa en la que murió estaba ocupada por miembros de Sharia4Belgium, un grupúsculo radical que ha enviado a varios jóvenes para combatir en Siria.

Por su parte, el hermano mayor de Tarik Taketloune, Elias, de 23 años, fue arrestado el pasado 3 de junio al regresar a Bélgica. Acusado de participar en actividades terroristas, fue puesto en prisión preventiva.

De acuerdo con imágenes divulgadas por una red belga de televisión el viernes, hombres que hablan en holandés y francés, y que según su acento serían de nacionalidad belga, aparecen en un video mostrando la decapitación de un hombre en Siria.

Ministros del Interior de los países europeos se reunieron el viernes en Luxemburgo y decidieron reforzar su cooperación contra la amenaza que representan los jóvenes europeos que partieron a Siria para combatir al lado de los grupos radicales y extremistas.

Según el ministro francés de Interior, Manuel Valls, más de 600 ciudadanos europeos (incluyendo 120 franceses) llegaron a Siria para sumarse a los grupos rebeldes que combaten al gobierno de Bashar al Asad.