Un grupo de expertos internacionales pidió este lunes a ETA el desmantelamiento de sus “armas y estructuras militares”, en el marco de unas recomendaciones hechas por el Foro Social, que reúne a varias asociaciones civiles para impulsar un proceso de paz en el País Vasco.

“Como parte esencial del proceso de paz, recomendamos el diseño de un proceso controlado, ordenado y consensuado que culmine con el desmantelamiento de armas y estructuras militares” de la organización armada vasca, afirma el documento de recomendaciones elaborado tras los debates celebrados en marzo, presentado este lunes en una rueda de prensa en San Sebastián (País Vasco, norte).

Las conclusiones fruto de las ponencias de expertos como el finlandés Aaro Suonio, que presidió la Comisión de Desarme en Irlanda del Norte, conjugado con aportaciones de diversas asociaciones, abogan por que el desarme se haga bajo la supervisión de “organismos facilitadores independientes”.

El Foro Social también recomienda una modificación de los aspectos de la política penitenciaria que “contravienen los derechos humanos o que van contra el tratamiento humanitario”, abogando por el fin de la dispersión de los presos de ETA por cárceles españolas y francesas.

Rechaza, no obstante, la posibilidad de una amnistía, insistiendo en que el proceso de reintegración de los presos se haga “de forma individualizada, escalonada, y en tiempo prudencial”, y que los presos reconozcan el “daño causado como consecuencia de su actuación”.

El Foro Social está promovido principalmente por la asociación Lokarri, que en octubre de 2011 impulsó la Conferencia Internacional de Paz con la presencia de líderes internacionales, encabezados por el exsecretario general de la ONU, Kofi Annan, que emplazó a ETA a un alto el fuego definitivo que tuvo lugar tres días después.

La organización armada vasca anunció el 20 de octubre de 2011 “el cese definitivo de su actividad armada”, tras más de 40 años de atentados por la independencia del País Vasco que causaron 829 muertos, aunque ha rechazado hasta el momento desarmarse y pide el acercamiento de sus presos a cárceles del País Vasco.

Los gobiernos de Madrid y París, por su parte, rechazan cualquier negociación con ETA y piden su disolución sin condiciones.