El premiado director de ‘Drive’, el danés Nicolas Winding Refn, y su actor fetiche regresan a Cannes con una película estilizada y tensa de principio a fin, donde cunde la violencia y los personajes habitan un Bangkok de pesadilla. Por si fuera, ‘Only God Forgives’ está dedicada a…Alejandro Jodorowsky!

Por René Naranjo S, desde Cannes

Hubo aplausos y abucheos hoy en el Grand Theatre Lumiere de Cannes al final de la función de prensa de ‘Only God forgives’ (Sólo Dios perdona), el esperado nuevo filme del director danés Nicolas Winding Refn. Era una reacción previsible, debido al tenso y violento relato que articula el director, y debido, sobre todo, a la ausencia de un guión que vaya un poco más allá de la descripción de ciertas acciones y escaso diálogo -en efecto, el personaje de Ryan Gosling, un hombre sin atributos radicado en Bangkok casi no pronuncia palabra.

Pero afortunadamente el cine es mucho más que el guión y los diálogos. Y Winding Refn, autor de ese ‘Drive’ que en 2011 fue ovacionada y premiada en este mismo festival, lo tiene muy claro. El danés es un sólido cineasta y ha desarrollado un innegable sello autoral, en que la puesta en escena, los ángulos de cámara, el trabajo de la banda sonora (que hace que pensemos en un filme musical) y el montaje -todos realizados con admirable precisión- cargan con la verdadera propuesta de sus películas.

En ‘Only God Fiorgives’ todo es de pocas palabras; lo que importan son los hechos. Hay pocos personajes y escasas palabras en una historia que instala a Julian (Ryan Gosling) como el inseguro y probablemente impotente hombre a cargo de un club de kickboxing y, suponemos, ligado a una red de narcotráfico. Todo funciona hasta que su hermano mayor viola y mata a una prostituta menor de edad. Ese crimen desencadena una venganza que toma forma en otros violentos asesinatos, y va a involucrar, de forma muy inesperada, a la propia madre de Julian (interpretada de forma genial por Kristin Scott Thomas), mujer recia que asocia la masculinidad a sus formas más primitivas.

Provisto de evidente talento, Winding Refn crea un clima de ensoñacion pesadillesca en cada uno de los 90 minutos que dura el filme con sus estilizadas imágenes que descartan todo realismo, su coordinado trabajo con la excelente música de Cliff Martínez y su fino sentido del plano y el montaje. ‘Only God Forgives’ está dedicado a Alejandro Jorodowsky, hacia quien Nicolas Winding Refn ha manifestado su total admiración estos días en Cannes, pero mas bien hace pensar en David Lynch, con su construcción ambigua del tiempo y el espacio, y una atmósfera que jamás hace posible distinguir lo vivido de lo soñado.

Entre esos instantes de pesadilla, surge una línea claramente psicoanalítica que atraviesa el filme, al que bien podría decirse que el real tema de ‘Only God Forgives’ no es la venganza despiadada sino la pulsión madre-hijo, con ésta en figura totémica y él, desprovisto de toda potencia sexual y física, suerte de fantasma que, como única redención posible, busca ser considerado de alguna manera por su progenitora.

Filme mental que apunta solamente a enfocarse en asuntos esenciales, despojado pese a su visualidad a ratos deslumbrante, que no se prolonga ni un minuto más de lo necesario, ‘Only God Forgives’ está destinado a crear polémica. Lo que nadie podrá poner en duda es que estamos frente a un cineasta de verdad, que sabe expresar a través de lo fílmico algunas de las fracturas más secretas de eso que acostumbramos llamar ‘la realidad’.

http://www.youtube.com/watch?v=YqAeVosG4zI