La justicia europea abrió este martes una nueva investigación por tráfico de órganos en Kosovo contra ocho personas, al día siguiente que un tribunal condenara a cinco médicos kosovares a penas de hasta ocho años de cárcel por haber realizado trasplantes ilegales en la clínica Medicus de Pristina.
“Ocho personas están siendo investigadas por crimen organizados, tráfico de órganos, golpes y lesiones, abuso de autoridad y tráfico de influencias”, indicó la misión de la Unión Europea en Kosovo (EULEX) en un comunicado, pero sin revelar la identidad de los sospechosos.
Eulex indicó que la nueva investigación está “basada en la realizada en el caso Medicus, así como en elementos descubiertos durante el juicio” que cerró el lunes.
Estas ocho personas “estuvieron directa o indirectamente subordinadas a los miembros del grupo criminal organizado” implicado en aquel caso, de acuerdo con Eulex.
El lunes, un tribunal europeo condenó a cinco médicos kosovares por tráfico de órganos en Kosovo, en el veredicto de un caso que remonta a 2008 y cuyos tentáculos se extienden a Europa, América del Norte y Medio Oriente.
La pena más importante, de ocho años de cárcel, fue pronunciada contra el urólogo Lutfi Dervishi, mientras que su hijo, el médico Arban Dervishi fue condenado a siete años y tres meses de prisión.
Otros tres inculpados, todos médicos, fueron condenados a penas de entre un año en suspenso de actividades a tres años de cárcel.
Dos inculpados más en este caso, incluyendo a un ex alto responsable del ministerio kosovar de la Salud, Ilir Rrecaj, fueron absueltos en este juicio iniciado en 2011.
Durante el proceso, Rrecaj había reconocido que los trasplantes ilegales tenían lugar en la clínica, pero negó haber estado involucrado.
El acta de la acusación designa al ciudadano israelí Moshe Harel como el cerebro de una red de reclutamiento de donantes y receptores de órganos. El médico turco Yusuf Ercin Sonmez es sospechoso de haber efectuado los injertos de órganos en la clínica Medicus.