El impacto de uno de los balines de pintura que habría utilizado Carabineros en la marcha estudiantil de este jueves sería la causa por la cual un hombre de 58 años permanece internado en el Hospital del Salvador, en Providencia, a punto de perder su ojo derecho.
El chileno residente en Canadá, Enrique Eichin Zambrano, de vacaciones en nuestro país, participó este jueves junto a su pareja y su hija en la marcha por la educación, terminando hospitalizado.
Su familia estudia acciones legales en contra de la policía uniformada y los responsabiliza de la situación.
Eichin se encuentra internado en la Unidad Trauma Ocular del Hospital del Salvador y la tarde de este viernes su pareja, Isabel Orellana, aseguró que el diagnóstico es “bastante grave, porque el ojo se partió con el impacto”.
La mujer precisó que el hombre fue sometido a una cirugía “para cerrarlo”.
Orellana relató que al término de la marcha, luego de los discursos de los representantes estudiantiles, cuando empezaba la música en el escenario, comenzaron a retirarse por calle Bandera, y se encontraron con que Carabineros se enfrentaba con un grupo de manifestantes.
“No atinamos a movernos rápidamente”, señaló, y cuenta que en medio de ese alboroto escuchó el grito de él y vio que se llevaba las manos a la cara tras recibir el proyectil. La hija de Eichin habría fotografiado al carabinero responsable y la imagen circula en redes sociales y cadenas de correo electrónico.
Este viernes, la familia se mantuvo toda la jornada junto a Eichin, pero Isabel Orellana informó que están recibiendo la asesoría jurídica para emprender acciones legales mientras aguardan tener más certeza respecto la salud del afectado.
Orellana dijo que el médico a cargo le dio muy pocas posibilidades de que el ojo se salve, pese a lo cual aseguró que Eichin se encuentra de buen ánimo, y tendrán que operarlo nuevamente para tratar de salvar la retina y evitar otras posibles consecuencias.
La pareja de Enrique Eichin, aseguró que en el Hospital del Salvador hay otro caso, de un joven, que estaría internado por la misma razón, producto de la acción policial, y la Universidad Diego Portales, mediante un comunicado, anunció que una estudiante de psicología también recibió un balín de pintura que le impactó el rostro.
En septiembre de 2010, la subsecretaria de Carabineros, Carol Bown, había anunciado el fin del uso de “paintball” en manifestaciones universitarias.
La medida, sin embargo, fue reevaluada y en 2012 el uso de estos balines fue justificado por Carabineros para efectuarse focalizadamente y por tiradores escogidos, con la idea de marcar a personas que participen directamente en desórdenes.