¿De qué manera afecta a las personas el consumo de embutidos y carnes procesadas? De acuerdo a un reciente macroestudio europeo, las personas que ingieren más de 20 gramos de este tipo de alimentos, como vienesas, embutidos y hamburguesas, tienen más probabilidades de morir prematuramente.

Para llegar a estos resultados, los encargados del estudio EPIC (Investigación Europea Prospectiva sobre Cáncer y Nutrición) entrevistaron a partir de los ‘90 a casi 450.000 participantes, con edades entre los 35 y 69 años, a quienes se les preguntó sobre su dieta, el consumo de alcohol y tabaco y la actividad física. Durante ese período, se realizó un seguimiento de los hábitos y estilo de vida, incluyendo el Índice de Masa Corporal y el peso.

Tras ello, los investigadores observaron cómo los porcentajes de muerte prematura se elevaron en relación con la cantidad de carne procesada que ingería el individuo.

Precisamente, el informe reveló que un alto consumo de este tipo de carne aumenta en un 72% el riesgo de morir de una enfermedad coronaria y en un 11% el riesgo de fallecer por culpa de un cáncer.

Junto con ello, descubrieron que las personas que comieron más de 160 gramos de carne procesada por día -cantidad similar a dos vienesas y una rodaja de tocino- presentaban un 44% más de posibilidades de morir en un plazo medio de 13 años, en comparación a quienes consumieron sólo 20 gramos diarios.

En este sentido, Sabine Rohrmann, integrante de la Universidad de Zurich (Suiza) y autora de la investigación, informó que “un 3% de muertes prematuras anuales se podrían evitar si las personas comieran menos de 20 gramos de carne procesada al día“.

Los peligros detrás de los embutidos y carnes procesadas

De acuerdo a los responsables del estudio, la sal y las sustancias químicas utilizadas para conservar estos productos son perjudiciales para la salud.

En específico, los procesos de salado, ahumado o curado que se emplean en la elaboración de dichos alimentos conlleva la ingesta de carcinógenos o de sus precursores, como hidrocarburos policíclicos aromáticos, nitrosaminas y aminas heterocíclicas aromáticas, entre otras.

Sumado a lo anterior los embutidos y carnes procesadas, en comparación a la carne fresca, contienen una mayor proporción de ácidos grasos saturados y colesterol, los que se relacionan con el aumento del riesgo cardiovascular.

Ante ello, los expertos aconsejaron no sobrepasar la ingesta de 70 gramos diarios de carne procesada -alrededor de 500 gramos a la semana-, según consignó Yahoo!.

Junto con esta recomendación, afirmaron que la carne debe formar parte de nuestra alimentación ya que es una fuente importante de proteínas, hierro y zinc, aunque debe consumirse con moderación. En ese sentido, el estudio EPIC descartó riesgos similares a los de los embutidos en la ingesta de carne roja fresca o de ave.

Las cifras de ingesta de carne en Chile

En el marco de los resultados del estudio EPIC, llama la atención que Chile sea un país donde el consumo de carne es prioritario.

Según cifras entregadas por el Ministerio de Agricultura en febrero de este año, durante 2012 cada habitante consumió en promedio 87,2 kilos de carne: 22,4 kilos de bovino, 37 kilos de ave y 27 kilos de porcino.

De acuerdo a los datos proporcionados por la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa) del Minagri, se marcó un aumento de 2,7 kilos (3%) en comparación a 2011 y de 17 kilos en relación a 2002.

“La disponibilidad de carne bovina aumentó un 3,5% respecto a 2011. Este incremento se debe a aumentos en la oferta, tanto en la producción nacional como en las importaciones, las que en 2012 crecieron un 3,5% y un 3,9%, respectivamente. Actualmente, de los 22,4 kilos de carne bovina disponibles por habitante al año, 50% corresponden a importaciones”, concluyó el ministro Mayol.