Argentina, apoyada por el resto de América Latina, insistió el martes ante la ONU en la necesidad de una solución negociada con el Reino Unido en el conflicto por soberanía de las Malvinas, reiterando su rechazo al referéndum en el cual sus habitantes ratificaron querer seguir siendo territorio de ultramar británico.

El canciller argentino, Héctor Timerman, se reunió en Nueva York con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, acompañado de tres homólogos latinoamericanos con el objetivo de mostrar la unidad de la región en defensa del reclamo de Buenos Aires sobre el archipiélago del Atlántico Sur.

Estuvieron junto a Timerman los cancilleres uruguayo Luis Almagro (en ejercicio de la presidencia protémpore del Mercosur); cubano Bruno Rodríguez, cuyo país preside la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac); y el vicecanciller de Perú, José Beraún, por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).

“Nos ha convocado el reclamo de América Latina y el Caribe para pedirle a las Naciones Unidas una vez más que logre convencer al Reino Unido de cumplir con las resoluciones y sentarse a dialogar”, dijo el canciller argentino en una conferencia de prensa al final de ese encuentro acompañado de sus homólogos.

Timerman afirmó que Ban le indicó que Gran Bretaña “rehúsa aceptar la gestión de buenos oficios” del secretario general de la ONU en la cuestión, objeto de una resolución de la Asamblea General de la organización.

Argentina reclama por vía diplomática la soberanía sobre el archipiélago austral, ocupado por los británico desde 1833 y que fue objeto de una corta guerra en 1982 que concluyó con la victoria del Reino Unido y un saldo de 649 argentinos y 255 británicos muertos.

Antes de la reunión con Ban, el ministro argentino se entrevistó con el presidente del Comité de Descolonización de la ONU, el ecuatoriano Diego Morejón Pazmiño, y participó de un almuerzo con los representantes permanentes de los países miembros de ese órgano de Naciones Unidas.

En ese encuentro, Timerman “agradeció el respaldo que anualmente prestan a la adopción de una resolución sobre la cuestión de las Islas Malvinas”, que llama al Reino Unido a reanudar las negociaciones, según una nota de la Cancillería argentina.

Timerman expresó además el “rechazo” de Argentina al “ilegítimo referéndum que realizó la población implantada en las Malvinas”, en referencia a la consulta celebrada el 10 y 11 de marzo y en la cual los habitantes de las Falklands (tal como las llaman los británicos) votaron abrumadoramente, por más de 99%, seguir siendo un Territorio de Ultramar del Reino Unido.

“Naciones Unidas no reconoce referéndums organizados por potencias colonizadoras”, agregó, recordando una resolución de 1967 en contra de una consulta efectuada por entonces en Gibraltar por los británicos.

En respuesta a esta ofensiva, el representante británico ante la ONU, Mark Lyall Grant, lamentó que Argentina y sus socios latinoamericanos no respeten “los deseos” de los habitantes de las islas.

En medio de la estrategia de presión diplomática argentina, la presidenta Cristina Fernández pidió el 18 de marzo al papa Francisco, exarzobispo de Buenos Aires, que medie en la disputa.