Un barco de pesca taiwanés con siete activistas a bordo fue recibido con chorros de cañones de agua lanzados por los guardacostas japoneses, antes de dar media vuelta y alejarse desde aguas territoriales del archipiélago de las Senkaku.

La embarcación zarpó desde Taiwán y llegó a las aguas territoriales de este pequeño archipiélago situado en el mar de China oriental, controlado por Japón pero reivindicado por Pekín y Taiwán.

Un portavoz de los guardacostas japoneses indicó que el barco de pesca se hallaba a unos 32 km del archipiélago cuando fue repelido por el cañón de agua.

Si bien el archipiélago deshabitado está situado a más de 200 kilómetros de las costas de Taiwán y a 400 kilómetros de Okinawa, su posición es altamente estratégica y su valor económico es importante debido a que tendría hidrocarburos en sus fondos marinos.

A finales de septiembre de 2012, ocho barcos de los servicios de guardacostas taiwaneses y decenas de pesqueros habían penetrado en aguas territoriales japonesas a la altura de dichas islas. La flotilla con 300 pescadores embarcados también había sido repelida por los guardacostas nipones con cañones de agua.

Desde entonces tres barcos gubernamentales chinos penetraron recientemente en la misma zona. Esas incursiones repetidas provocan la cólera del Gobierno derechista del japonés Shinzo Abe, que ha prometido reforzar los medios de vigilancia alrededor de las Senkaku, de las que considera “innegociable” la pertenencia a Japón.

Mientras tanto China acostumbra a enviar barcos, y últimamente aviones, a las inmediaciones del archipiélago de las Senkaku, después de que Japón comprara y nacionalizara, en septiembre pasado, tres de las cinco islas que antes pertenecían a un privado.

El conflicto se agravó inmediatamente después de dicha nacionalización, sobre todo con una semana de manifestaciones antijaponesas, a veces violentas, a través de China.