La mayoría de los niños muertos en la masacre de la escuela primaria de Newtown, en Connecticut, noreste de Estados Unidos, estaban en primer año y recibieron más de un disparo con un rifle de asalto, dijo este sábado el médico forense.

“Creo que son todos de primer año”, dijo el jefe de medicina forense de Connecticut, H. Wayne Carver, a los periodistas. Eso significa que los niños tenían entre seis y siete años.

“Todas las heridas que analicé fueron realizadas con un arma larga”, agregó, en alusión al rifle automático de tipo militar hallado en la escena del crimen.

“Probablemente es la peor escena criminal que vi” en 30 años de carrera, dijo Wayne Carver. En total, 20 niños y seis adultos fueron masacrados por el atacante, que luego se suicidó.

El forense, que compartió el trabajo en la escena del crimen con otros cuatro médicos y diez técnicos, practicó personalmente la autopsia a siete de las víctimas. Todas habían sido alcanazadas por “entre 3 y 11 balazos” cada una.

“Únicamente dos de las víctimas fueron muertas por tiros a quemarropa, pero yo sólo trabajé en siete casos. Es una muestra, y no tengo detalles sobre las otras heridas”, dijo.

Por su lado, la policia de Connecticut informó este sábado que 16 de los 20 niños muertos tenían 6 años y 4 ya habían cumplido los 7. Doce eran niñas y ocho varones.

Seis mujeres adultas, integrantes del cuerpo de funcionarios de la escuela, figuran también en la lista de víctimas. La mayor tenía 56 años.

Carver y sus adjuntos no habían aún examinado los restos del presunto asesino, por lo cual no pudo brindar detalles sobre su caso.

El asesino, presentado por los medios como Adam Lanza, de 20 años, se habría suicidado. A su lado fueron encontradas tres armas, dos pistolas y un fusil de asalto.