El español Fernando Alonso (Ferrari), líder del Mundial de Fórmula 1, afronta el Gran Premio de Singapur del fin de semana con el objetivo de resistir los ataques de sus dos principales rivales, el británico Lewis Hamilton (McLaren) y el alemán Sebastian Vettel (Red Bull).

Vencedor en dos de las tres últimas carreras (Hungría e Italia), Hamilton se ha colocado a 37 puntos de Alonso (142 por 179 del español), seguido por otros dos campeones del mundo, el finlandés Kimi Raikkonen (141) y por el propio Vettel (140), cuya escudería, Red Bull, no sumó ni un punto en el pasado Gran Premio de Italia, en Monza, algo que no ocurría en ese equipo desde Corea-2010.

“Nos acercamos a la meta y comienza a ser excitante”, señaló Hamilton, quien se muestra “lleno de optimismo”. Lewis ganó en Singapur en 2009, pero pinchó en 2010 y tuvo un accidente con el brasileño de Ferrari Felipe Massa en 2011.

“Me gusta mucho el circuito de Marina Bay, al igual que me gusta correr en Hungaroring”, añadió el británico, campeón del mundo en 2008.

“Hace falta realmente dominar el coche para sacar el máximo. También se necesita más finura, porque se llega muy rápido a la mayor parte de zonas de frenada y los muros nunca están lejos. Añada el calor y la humedad, eso da un fin de semana muy difícil”, subrayó.

El Gran Premio de Singapur, en el calendario desde 2008, sólo lo han ganado campeones del mundo: Alonso en dos ocasiones (2008, 2010), una Hamilton (2009) y otra Vettel (2011).

El domingo, en un circuito donde el más mínimo error se paga caro, el español tratará de conseguir el máximo número de puntos posible.

La carrera en Marina Bay es “una de las más importantes de la temporada para los aficionados, los invitados y las escuderías”, según el director de McLaren, Martin Whitmarsh.

“Existe una tensión particular, porque sucede al anochecer, y esta carrera simboliza perfectamente la Fórmula 1 moderna, en un decorado orienta. Se parece más a una película de Hollywood que a un deporte internacional y eso es fantástico”, añadió.

En Red Bull, el entusiasmo es comparable. Vettel aprecia “esta ciudad fascinante para visitas, donde todo parece extremadamente limpio y ordenado”, así como la posibilidad que tienen los pilotos, acostumbrados a los horarios europeos, de “levantarse a las dos de la tarde”. “Es algo inhabitual”.

El año pasado, Vettel se paseó en Singapur, tanto en sentido figurado como real, y ganó la carrera sin oposición, la novena de esa temporada, acercándose un poco más a su segundo título mundial.

Este año, la victoria en Singapur le permitiría sumar su segundo triunfo de la temporada (tras la de Bahréin) y, sobre todo, le relanzaría en la carrera por el mundial.

“Hemos sido consistentes este año en los circuitos urbanos”, añadió su compañero de equipo, el australiano Mark Webber, vencedor en Mónaco. “Eso nos da confianza, creemos que nuestro coche será de nuevo competitivo”.

Con la temporada europea acabada, restan siete Grandes Premios en el calendario y todo parece aún posible, con cuatro pilotos persiguiendo a Alonso separados entre ellos por sólo una decena de puntos (Hamilton 142 y Webber 132).

Parea el número dos de la escudería McLaren, Sam Michael, el Gran Premio de Singapur “es un momento crítico” de la temporada.