En su reunión mensual, el Consejo del Banco Central acordó mantener la tasa de interés de política monetaria en 5% anual, por octavo mes consecutivo y en sintonía con lo proyectado por el mercado.

Según el comunicado del instituto emisor, en el ámbito externo, las condiciones financieras globales han mejorado y las tensiones financieras en la Eurozona se han atenuado tras los anuncios del Banco Central Europeo. Sin embargo, continúa la incertidumbre sobre esa región y no se puede descartar un recrudecimiento de las tensiones en los próximos meses.

En el texto se añade que los antecedentes recientes reafirman la proyección de lento crecimiento de las economías desarrolladas y la desaceleración de las principales economías emergentes.

Frente a ello, varios bancos centrales han tomado medidas adicionales de estímulo monetario, destacando las acciones de la Reserva Federal de Estados Unidos. En los mercados internacionales, el dólar se ha depreciado, mientras que los precios de las materias primas presentan un repunte a lo largo del último mes, resaltando el cobre y los combustibles, se lee en el documento.

En el plano local, los indicadores de “actividad y demanda han evolucionado en torno a tasas de tendencia. Aunque continúa la moderación en el crecimiento del empleo y no se observa una aceleración de los costos laborales, el mercado del trabajo sigue ajustado. El peso se ha apreciado. La inflación anual del IPC y las medidas de inflación subyacente se mantienen bajo 3%. Las expectativas inflacionarias en el horizonte de política permanecen en torno a la meta”, se agrega.

“El Consejo reafirma su compromiso de conducir la política monetaria con flexibilidad, de manera que la inflación proyectada se ubique en 3% en el horizonte de política. Cambios futuros en la TPM dependerán de las implicancias de las condiciones macroeconómicas internas y externas sobre las perspectivas inflacionarias”, acota.