La antorcha paralímpica iluminó este martes Stoke Mandeville, en las proximidades de Londres, donde el movimiento deportivo para discapacitados nació hace 64 años, antes de viajar a la capital británica para la ceremonia de apertura de los Juegos el miércoles.

Cerca de 3.000 personas, entre ellas varios antiguos atletas paralímpicos y el presidente de la organización de los Juegos, Sebastian Coe, asistieron a una ceremonia organizada en esta localidad situada al norte de Londres.

Allí estaba ubicado el hospital de Stoke Mandeville en el que, en 1948, año en que Londres organizó los Juegos Olímpicos, el doctor Ludwig Guttmann, un neurólogo alemana que había huido del nazismo en 1939 organizó los primeros “Juegos Mundiales para personas en sillas de ruedas y amputados” como forma de rehabilitación y motivación para los soldados heridos durante la Segunda Guerra Mundial.

Gracias a la tenacidad de Guttman, doce años después, en 1960, se organizó en Roma la primera edición de los Juegos Paralímpicos.

La antorcha paralímpica, formada a su vez por cuatro que han iluminado cuatro cumbres del Reino Unido la última semana, inicia este martes un recorrido de 148 kilómetros desde el hospital de Stoke Mandeville hasta el Estadio Olímpico de Londres.

Durante 24 horas 116 equipos de cinco portadores cada uno se relevarán para llevar la antorcha hasta su destino final.

La llama olímpica pasará por lugares de interés turístico como Piccadilly Circus, Trafalgar Square, la Abadia de Westminster y la Tower Bridge.

Finalmente llegará al Estadio Olímpico para la ceremonia de apertura, a la que asistirá la reina Isabel II y alrededor de 80.000 espectadores.

Con 4.200 atletas procedentes de 166 países, esta edición de los Paralímpicos será la más importante de la historia.