Mientras el Servicio de Salud Concepción inició un sumario por el caso de las baterías acopiadas en un galpón de Hualpén, los ciudadanos peruanos detenidos por la PDI alegaron completa inocencia respecto de una hipotética relación con traficantes de droga.

La detención de dos ciudadanos peruanos por acopio de 1.200 baterías de diferentes vehículos en una bodega del sector Peñuelas, tuvo este miércoles una segunda parte, luego que los involucrados adoptaran representación legal.

El abogado Enrique Hernández, del estudio Saenger, acompañó a los imputados cuando la mañana de este miércoles la PDI les devolvió las llaves de un camión tres cuartos.

El jurista también dialogó con fiscalizadores del Servicio de Salud, quienes llegaron para iniciar un sumario frente al eventual episodio de vertimiento de ácido sulfúrico y plomo, situación que no se aprecia.

Esos componentes pueden usarse en la elaboración de cocaína base, por lo que el abogado precisó la imputación que pesa sobre los ciudadanos peruanos:

Agregó que los imputados no trataban las baterías, simplemente las acopiaban y trasladaban a Santiago, donde un reconocido empresario las recibe y envía a Perú, donde posee una industria de reciclaje.

Los acusados no están en prisión preventiva, pero quedaron con arraigo nacional, o sea, no pueden volver a su país mientras termine la investigación, ni tampoco trabajar.

Mario Mamani Chana, de 35 años, lamentó la situación en que están envueltos:

El otro implicado es Juan Vilca Chino (47) quien también juró no estar relacionado con delito alguno, a lo más, un problema administrativo de funcionamiento.