Manifestaciones de apoyo a Pussy Riot reunieron a cientos de personas en Europa el viernes, tras ser condenadas a dos años de detención las músicas del grupo, por haber cantado una “oración punk” contra el presidente ruso Vladimir Putin en la catedral de Cristo Salvador en Moscú.

En París, unas 200 personas recibieron con abucheos la sentencia de Nadejda Tolokonnikova de 22 años, Yekaterina Samutsevich de 30 años y Maria Alejina de 24 años. Algunas jóvenes tenían la cara cubierta con capuchas de colores, tal como aparecen las jóvenes rusas en el video filmado en la catedral moscovita.

Varias organizaciónes, entre las que se encuentran Amnistía Internacional, la Federación Internacional de Ligas de Derechos Humanos (FIDH), los Jóvenes Socialistas y los Jóvenes Ecologistas habían llamado a manifestarse contra este juicio, calificado de “grotesco” por representantes ecologistas.

Al grito de “¡Freedom por Pussy Riot!” varias decenas de personas, en su mayoría jóvenes ‘punks’, manifestaron el viernes frente a la célebre Sagrada Familia de Barcelona contra la condena en Moscú a las integrantes del grupo punk ruso.

“Esto es muy grave en el contexto no solo de lo que pasa en Rusia, sino en Europa, donde el liberalismo está avanzando en detrimento de la democracia”, afirmó Anna Ruiz, una manifestante cubierta por una capucha amarilla que dejaba entrever una expresión de indignación.

En Varsovia, un centenar de manifestantes desfilaron con capuchas de colores y tiras adhesivas en la boca. Antes de iniciarse la marcha, cuatro mujeres encapuchadas imitaron la “oración” de Pussy Riot contra Putin.

“Hoy somos todos miembros de Pussy Riot y no permitiremos que se nos amordace”, dijo a la AFP Martyna, de unos 20 años, quien se había puesto una capucha amarilla.

En Londres, unas 50 personas se congregaron en el Royal Court Theatre, en el centro de la ciudad, en la que se había puesto en escena una obra corta en la que actrices interpretaron los alegatos de las tres jóvenes durante su juicio.

En Bruselas, unas 50 personas se reunieron cerca de la embajada rusa, algunas de ellas con retratos del presidente ruso al que bautizaron “Vladimir Pussy”.

En Sofía, los manifestantes concurrieron al monumento a los soldados del Ejército Rojo y cubrieron las esculturas de los soldados con capuchas de colores.

En Kiev, una militante del movimiento ucraniano Femen, con sus senos al descubierto, cortó con una sierra con motor una cruz erigida a la memoria de víctimas de la represión estalinista.

Por su parte, seis simpatizantes del grupo ruso se encadenaron a la reja que rodea a la embajada rusa en Berlín, según una portavoz policial.

La UE condenó este viernes la decisión “desproporcionada” de la justicia rusa, la cual también fue criticada en términos similares por Francia, Gran Bretaña y Alemania, así como Estados Unidos.