La desaparición de Themo Lobos ocurrida este martes remeció a las generaciones que crecieron bajo el alero de las historias que nacieron en la pluma del dibujante. Muchos desempolvaron sus colecciones de historietas para refrescar la memoria y regresar a la infancia.

Decenas de personajes fueron los que Themo dio forma en el papel en su larga trayectoria por La Nación, El Peneca, Barrabases, El Pingüino y Mampato. Algunos de ellos quedaron impresos particularmente en la retina de los que corrían a los kioscos después de asistir al colegio para gastar sus escudos en la adquisición de sus historietas.

Mampato y Ogú

Mampato

Mampato

Pese a que Mampato nació de la mano de Eduardo Armstrong, Themo Lobos se convirtió en una suerte de padre adoptivo del niño que viajaba ayudado de su cinto espacio-tempal para satisfacer su inconmesurable curiosidad.

Lobos llegó a la revista Mampato como reemplazante de Óscar Vega en 1968, quien tuvo que retirarse del proyecto después de los dos primeros números, permaneciendo como dibujante principal hasta el fin de la publicación en 1977.

De acuerdo a la historieta, Mampato recibió su cinto como un regalo, lo que le permitió recorrer la frontera de lo imaginable. A sus aventuras se sumó el cavernícola Ogú, el cual se caracterizó por su expresión tosca. La amistad que forjaron ambos personajes se hizo férrea en las innumerables hazañas que compartieron y que enriquecieron la niñez de muchos chilenos.

Alaraco

Alaraco

Alaraco

Alaraco también quedó marcado en la conciencia colectiva, aunque no por los mismos motivos que Mampato y Ogú. Su histrionismo y exaltación desmedidas fueron las atribuciones que lo conviertieron en uno de los preferidos de los fanáticos del “cómic chilensis”.

El personaje, también nacido de la pluma de Themo Lobos, apareció en la revista para adultos El Pingüino. Las historias siempre estaban marcadas por la hiperbólica reacción de Alaraco ante situaciones que parecían ser cotidianas. En los 80 el actor Fernando Alarcón encarnó a este personaje para el programa de Televisión Nacional ‘Jappening con Ja’, siendo aclamado por el público de la época.

Máximo Chambónez

Máximo Chambónez

Máximo Chambónez

Si Eugene -el adorable personaje secundario de la serie de Nickelodeon ‘Hey, Arnold’- es el referente americano de la mala suerte, Máximo Chamónez es el estandarte chileno del peso del karma. Fue creado para la revista Barrabases, relatando las aventuras de un hombre que, intentando colaborar con la mejor disposición posible, desataba sin querer los mayores desastres en el pueblo de Piduquén.

Ferrilo

Ferrilo

Ferrilo

Aparecido también en la revista Mampato, Ferrilo es un robot que en la trama fue desarrollado por el profesor Plunke. El objetivo primario de su creación era lograr el control mundial, por lo cual fue dotado de una velocidad y fuerzas increíbles. El carácter bonachón de Ferrilo frustró el plan del inventor y fue utilizado para labores de mayordomo.

El legado que dejó Thelmo Lobos difícilmente desaparecerá con su muerte, y será recordado para siempre por quienes aún sueñan con adquirir un ‘cinto espacio-temporal’ y concretar las intrépidas hazañas de los personajes que tomaron vida propia bajo la tinta del desaparecido dibujante.