Tras dirigir el juego entre Palestino y Unión La Calera en La Cisterna, Enrique Osses hizo su “mea culpa” luego del polémico arbitraje en la final del Torneo de Apertura entre Universidad de Chile y O’Higgins.

“Para nadie es un misterio que no se hizo partido, pero el fútbol tiene esto para jugadores, técnicos y árbitros. Hay revancha y esperamos levantarnos para seguir en esto. Sé que soy un buen árbitro y tuve una mala tarde, como la tiene cualquiera”, declaró el juez internacional luego del cotejo.

Al ahondar en la revisión del juego, Osses alude a dos cobros fundamentales: “el penal que le cobro a Marino es el error más importante del partido junto al de Enzo Gutiérrez. Lo demás es subjetivo y se generó polémica donde no la había”.

El árbitro reconoce que “debiese haber estado castigado: Merecía, al menos, dos semanas de para. Aunque la segunda la tenía predestinada para salir de vacaciones con mi familia. No hice una buena final, por lo que debí ser castigado”.